Hotel Restaurante Sotres

Hemos estado alojados varios días (una pareja con dos niños) y hemos estado muy a gusto. A destacar la limpieza, todo está impecable!!!. También hemos comido varias veces en el restaurante y la comida es casera y está muy rica.
Además la atención es buenísima. Son encantadores y están dispuestos a ayudarte en todo lo que necesites.
Sin duda lo recomiendo totalmente y estoy segura de que repetiremos!!!

Hotel sencillo muy limpio y comodo, con bonitas vistas y comida casera. El personal muy atento, con buenos consejos y ayudando en lo que haga falta. Os recomiendo acceder de día porque de noche y con niebla el final tramo de la carretera es complicado si no tienes costumbre de conducir en montaña.

Desde que llegamos nos aconsejaron sitios para visitar por alrededores, rutas, mejores sendas para hacer los recorridos, etc. Han sido muy amables durante toda la estancia incluso uno de los días que cambiábamos de habitación nos trasladaron las mochilas, un detalle la verdad. La comida muy buena, auténtica de la zona, no defrauda así que volveremos 100%

No se puede ser más amable que su personal. Las habitaciones están muy bien y tienen unas vistas preciosas. La comida es totalmente casera y está todo buenísimo. Una relación calidad precio muy buena. 100% recomendable

Mucho mejor de lo esperado. Camas muy cómodas, buena ubicación y acceso, pero lo mejor la comida. Se nota que es de excelentísima calidad y hecha con cariño, además en generosa cantidad. Si no quieres romperte la cabeza, recomiendo la media pensión, como siempre en nuestras tierras todo está buenísimo. Además, personal muy amable. 100% recomendado. Repetiré.

Mejor imposible. Personal muy amable. Y la comida insuperable. Volveremos seguro. Totalmente recomendable.

Comida súper rica y camarera muy atenta y simpática.

Recomendación 100%

Tienen menús, carta y platos combinados.

Las vistas al atardecer son preciosas.

Comida muy buena y casera de verdad. Los postres espectaculares.
Trato cordial y además han tenido el detalle de invitarnos a los postres solo porque se les había olvidado anotar un plato y ha tardado un poco más que el resto. Aunque no nos ha molestado, ha sido muy poco, indica su preocupación por el cliente, un diez.