Lugar maravilloso, un rincón donde el tiempo parece que se haya parado. Un caserón de hace 200 años. Las vistas fuera de serie. En mi visita llovió con tormenta. Unos días estupendos. Lo recomiendo si quieres huir de los lujos.
Lorena Sanz2 años atrás
Un lugar increible, vistas preciosas, trato inmejorable. Ha mejorar: los colchones (tienen los muelles salidos,) y el desayuno es rico y casero aunque estaría bien variar y cambiar un poco (queso, embutidos, fruta….y no siempre dulce.)
LOLA2 años atrás
Este hotel también tiene apartamentos. Por teléfono nos ofertaron uno de ellos para ser ocupado por 8 personas, con acceso a zonas comunes, salón y cocina. Cuando llegamos allí nos dijeron q no teníamos acceso a estas zonas comunes q solamente podíamos ocupar nuestras habitaciones, ya que se las habían adjudicado a otra pareja y las estaban ocupando ellos. Las habitaciones carecían de televisión, ya que no tenían antenas, preguntamos por esto y nos dijeron que no era problema de ellos sino que faltaba en todo el pueblo, pero en los bares y restaurantes funcionaban las televisiones perfectamente. Nos dieron clave de WiFi pero no nos llegaba ni la señal. Las duchas perdían agua por el plato. Como resultado esto ha sido un desastre. No volveremos.
F Bom2 años atrás
El emplazamiento cuenta con un jardín y unas vistas preciosas. El dueño, un señor mayor muy amable, el cual nos explicó que la casa donde está emplazado el hotel, fue en su día mandada construir por el Virrey de Filipinas. Luego en la guerra la expropiaron y expoliaron, y hace 35 años dicho señor la compró y la habilitó como el hotel que es ahora. El sitio tiene mucho encanto, aunque le falta una actualización, y algo más de limpieza. También le vendría bien aire acondicionado en las habitaciones (mucho calor). También tuvimos problemas para entrar al parking del hotel con el vehículo que llevábamos (una autocaravana), ya que el camino de llegada es muy estrecho. A pesar de todo el sitio nos gustó.
Marta Noval Álvarez2 años atrás
La casa es muy bonita y el jardín una maravilla para pasear,sentarse a leer o simplemente contemplar la belleza del entorno.Muy bien situado para hacer múltiples rutas por el parque de Redes,que es un lugar magico.El dueño muy amable y atento, volveremos sin duda.
Olga Pérez2 años atrás
Precioso lugar con solera, ideal para descansar. Se respira paz y tranquilidad en su jardín muy bien cuidado. Te encuentras como en casa con ese desayuno tan rico con las mermeladas y el bizcocho casero. Buen trato. De diez
Isaac Guerrero Boza2 años atrás
Buen trato, el exterior del hotel y jardines son muy bonitos, la única pega es que no incluía desayuno por tema Covid y el interior de la habitación tenían telarañas incluso en el interior de algunos muebles
Gonzalo Garcia Martinez2 años atrás
Muy bien. Buenas vistas. Buen servicio. Habitacion correcta. Buen desayuno. Buema relación calidad precio
El dueño, un señor mayor muy amable, el cual nos explicó que la casa donde está emplazado el hotel, fue en su día mandada construir por el Virrey de Filipinas.
Luego en la guerra la expropiaron y expoliaron, y hace 35 años dicho señor la compró y la habilitó como el hotel que es ahora.
El sitio tiene mucho encanto, aunque le falta una actualización, y algo más de limpieza.
También le vendría bien aire acondicionado en las habitaciones (mucho calor).
También tuvimos problemas para entrar al parking del hotel con el vehículo que llevábamos (una autocaravana), ya que el camino de llegada es muy estrecho.
A pesar de todo el sitio nos gustó.