Hotel Restaurante Cabo Vidio

Estuvimos alojados una semana, el sitio está cerca de la nacional y de la playa, con lo que la ubicación es muy buena, aunque hay que desplazarse en coche. Hay dos sitios para aparcar del propio hotel, con lo que no hay problema en ese sentido. El hotel está reformado y muy limpio. Las habitaciones correctas, bastante amplias con decoración rústica. No hay ascensor, pero las escaleras son amplias. Tampoco tienen recepción ni servicio de bar, pero hay personal en el restaurante que atiende sin problema. Al lado hay un sendero muy agradable para dar un paseo por las mañanas.

El desayuno está incluido, es sencillo pero de muy buena calidad, pan caliente, zumo natural, jamón y café. Quizá un poco de fruta estaría bien, pero es casero y en línea con un restaurante de primera línea.

Lo mejor sin duda es la atención y amabilidad del propietario. Se nota que disfruta con lo que hace y sólo por eso el sitio merece la pena. Lo recomiendo sin duda.

Nos alojamos unas noches en el hotel, la habitación está muy bien decorada, y todo un detalle la cafetera, la cama le falta un pelin para ser del todo confortable y un poco corto el edredón, no conseguía taparme del todo.
Buen trato del personal con detalle de bienvenida, el desayuno correcto aunque eché en falta fruta, cereales... El dueño un poco peculiar 😅
La ubicación excelente para moverse en coche y conocer la zona que es espectacular, faros, pueblos , playas, acantilados, chiringuitos...

Estuvimos comiendo, no alojados. Una cocina espectacular y el servicio excelente. Tomamos varios entrantes, y fabada, que estaba de premio, las habas muy tiernas, pero enteritas, riquisimas.
Después pescado, sargo a la sidra, muy bueno.
Los postres, tarta de queso sabrosisima y brownie, mmmmm.
De 10.

Restaurante impresionante. Producto de primera calidad y atención exquisita. Para ir una y otra vez.

Bonito restaurante con un diseño moderno y colorido.
Cocina asturiana , básicamente de pescados de la zona, muy buen producto y buena cocina
Todo lo que tomamos delicios. Tiene una bonita terraza para comer o tomar un café o copa.
Buena atención y amabilidad.

Es un restaurante con gente amable y profesional. Comimos unas almejas escandalosamente buenas y una lubina de las que da gusto, de postre un chocolate cremoso con pan tostado aceite y sal que estaba sobresaliente. Hacia tiempo que no quedaba tan contento.

Restaurante con mucho encanto, con personal amable y profesional; comimos algunas de las recomendaciones y especialidades de la casa, como salpicón de bogavante, chopis y fabada con cocochas de bacalao. De postre tarta de queso y nata fresca. Todo excelente. Repetiremos, seguro. Enhorabuena por vuestro “oasis”!

Ya habíamos venido varios años y el trato y la comida eran buenos. Hoy hemos vuelto con reserva, y no solo nos la han negado, pero además el propietario ha sido muy maleducado y nos ha mandado fuera diciendo que no volviésemos a entrar. Hemos decidido irnos para no volver, tachamos este restaurante para siempre.