Mendi Goikoa Bekoa

Pequeño hotel en un caserío vasco en mitad de la montaña. La cena fue espectacular, todo de productos de primera. La habitación algo destartalada para el precio que cobran, entiendo que no tengan aire acondicionado por ser un caserío antiguo, pero los días de mucho calor se pasa regular. El desayuno una pasada tanto en calidad como en cantidad. Muy recomendable pero en los días que no haga tanto calor.

Es un hotel encantador enclavado a los pies del Ánboto.
Las vistas y el paisaje son bellos.
Desayunar en la galería con los ventanales al prado, es una experiencia hermosa.
Sugiero recorrerlo, ya que es un caserío que ha Sido reciclado.
La viga de madera que sostiene el techo del comedor es fabulosa

3 noches en este lugar maravilloso al pie del Amboto en el parque de Urkiola ha sido maravilloso.
La habitación, el desayuno ( servido en un rincón de la casa especial) muy cuidado y con productos naturales. La comida o cena muy rica. El servicio excelente
✨ GRACIAS ✨por hacer que nuestras vacaciones sean inolvidables

El sitio y el entorno es precioso.
Estuvimos tomando el vermut antes de ir a comer y los pinchos estaban super buenos, en especial la croqueta de chipirones.
Lo único "malo" es que no sirven en terraza y había un solo camarero dentro lo que hizo larga la espera .

Nos han tratado estupendamente. Pasamos la noche mi mujer y mi hijo.
Un lugar increible y la estancia ha sido muy acogedora.
Si estais buscando un lugar para desconectar sin duda es el sitio.
Habitaciones estilo rustico (caserio) y una cena de calidad y un desayuno espectacular.

Lo recomiendo...

Iban a ser dos noches y al final aumentamos a 4 por lo a gusto que nos sentimos. Un hotelito muy tranquilo, limpio, calentito, en un entorno inmejorable, con desayuno riquísimo y bien generoso, y un trato cercano y profesional. Si te toca buen tiempo, ya triunfas. Lo recomiendo para una escapada en pareja o familiar.

Se trata de un precioso caserío, situado en un marco incomparable con un estupendo paisaje, donde se respira paz y tranquilidad. Nosotros fuimos solamente a comer , no conocemos el hotel. Tomamos un menú del dia de 26 e. Lasagna de carne y tal os de pollo marginado, Muy rico. De segundo bacalao y la otra opción era panceta, tomamos los dos. Muy bueno también, pero personalmente en un lugar de esa categoría, habría puesto otro tipo de plato de carne, en vez de la panceta. En cuanto al servicio , tengo que decir que tardaron muchísimo en servirnos, para pedir una segunda copa de vino, tuvimos que pedirla dos veces, al final de la comida, pedimos un chupito de pacharán y tampoco lo trajeron, ya no insistimos más, también esperamos un montón para pagar. En defensa del personal ,diré que sólo había dos camareras para el comedor, la barra y la terraza exterior, pero creo que eso deben mejorarlo. De cualquier forma, recomiendo que lo visitéis.

Caserio coqueto con una ubicación inmejorable, con vistas al Anboto y al pueblo.

Habitación preciosa, grande y cama muy cómoda.

Tienen una carta muy variada con productos de calidad.
Hicimos con ellos el desayuno, es tipo Brunch, todo casero y delicioso; con unas vistas espectaculares.

Tienen entretenimiento con diversos juegos de mesa y libros.

Dar las gracias por la amabilidad y atención recibida por cada uno de ellos.