Casa rural Caserio Iruaritz

Una casa genial para un fin de semana, cerca de Bilbao y Vitoria. Habitaciones cómodas y muy limpias. Permite comer y cenar. El desayuno muy completo. Atención cercana y amable

Un hotel rural, pequeño que da una experiencia sensacional debido a su personal, sobre todo Francisco, íbamos a cenar solo el día de la llegada y acabaremos cenando toda la semana. Un saber hacer con producto sencillo que da verdadera envidia, y su atención al cliente y al detalle fantástica.

Una experiencia maravillosa!!! El caserío es precioso, con mucho encanto!! Muy acogedor y relajante!!!
El entorno es inmejorable.... Paz, tranquilidad, naturaleza...🤗🤗🤗
Tania y Francisco son encantadores!!! Están pendientes de todos los detalles y de que no falte nada.
Los desayunos perfectos!!!
Fuimos unos días con intención de desconectar y estar relajados y nos quedamos con ganas de más !!!
Sumamente recomendable por absolutamente TODO!!!
Gracias Caserío Iruaritz por hacer nuestra estancia tan bonita!!!

Casa del siglo XVII preciosa ,la atención fantástica y en un entorno muy bonito ,a mitad de camino entre Vitoria y Bilbao .

Hemos estado unos días muy a gusto, el trato de Tania y Francisco ha sido espectacular, ni un pero ha nada,caserío con mucha paz. Muy recomendable.

Estupendo alojamiento. Muy bonito, bien decorado con unas vistas y una tranquilidad impresionantes. Todo muy limpio y acogedor. El trato genial, súper amables con un trato exquisito. Las habitaciones amplias y cómodas. El desayuno muy completo y concertamos una de las noches la cena, que también estuvo muy bien, con cocina elaborada y buen producto. Si vas ha cenar has de avisar con tiempo.
Cerca tienes bastantes cosas para ver y hacer, y todo queda bastante cerca incluso si vas a visitar Vitoria.
Alojamiento muy recomendable.

Nos alojamos varios días y ha sido una experiencia maravillosa. Para empezar, el entorno es increíble, a medio camino entre Bilbao y Vitoria (lo que te permite hacer varios planes en ambas direcciones), junto a ese descanso y desconexión que te permite por estar en plena naturaleza (el monte Gorbeia está al lado y es formidable). Además, la amabilidad con la que hemos sido tratados en todo momento, la espectacularidad del desayuno y lo bonito que es el caserío (qué decir del tocador del lavabo del baño, que es una preciosidad). Sin duda lo recomendamos.

14 años celebrando la noche vieja y año nuevo, además de la Semana Santa, nunca defraudan, innovando todos los años nuevos platos y menús. Gracias por la excelente labor, a Tania y Francisco. Amigos seguir así!👏👏👏