AzuLine Hotel Llevant

Pésimo. La habitación por lo general no es para tirar cohetes, pero es decente, a falta de limpieza y de las toallas destrozadas y negras. Lo peor fue la discoteca montada que había en la tercera planta, que después de haber insistido varías veces a recepción, no se hizo nada. Al final tuve que salir yo a pelearme con los clientes. Portazos, musica alta, alcohol, gritos, cantos… y no solo en las habitaciones sino en todos los pasillos con varias habitaciones abiertas. No recomiendo por la nula gestión. Es una pena.

Es un buen hotel barato. Está limpio, conservado actualizado en la decoración de las habitaciones y el personal es amable. Está super céntrico y muy cerca del paseo marítimo.
Así que si eres un/a chico/a con ganas de fiesta y poco presupuesto, genial.
Pero nosotros somos una familia y no tan genial: todo el ruido de la fiesta y la gente de la calle, y los/as británicos/as volviendo adel hotel de fiesta a las 6:00, dejando cajas de pizzas por los pasillos. No es culpa del hotel, hacen lo que pueden.

Fuimos este verano de vacaciones unos dias y la experiencia no fue positiva. Los huespedes del hotel, en su mayoria ingleses, están de fiesta a todas horas y por la noche no paran de hacer ruido. La habitacion no está mal, pero la limpieza era lamentable. Dejamos las toallas en el suelo después de un par de usos para que las cambiasen y lo que hicieron fue colgarlas de nuevo. No pasaban la escoba ni fregaban el suelo a diario, por no hablar de limpiar los baños, que daban asco.
Los muebles y sillas de la habitacion tenian manchas sospechosas. En general mal, no repetiriamos.

Las habitaciones son grandes y espaciosas, con armario, aire acondicionado y televisión (que no es smart TV). Además cuentan con un balcón de grandes dimensiones. Dispones de gel de ducha, champú y jabón de manos veganos, de te verde, que me encantaron. En general me gustó la estancia, pero la limpieza deja mucho que desear.. lo cierto es que en el baño había hormigas y se notaba que no se había hecho una buena limpieza. La toallas ya no eran blancas y algunas estaban rotas. Sin embargo, la ubicación es genial, ya que está muy cerca de la estación de autobuses.

La habitación muy sucia, llena de pelos y manchas, desagradable. Muchísimos ruidos, 0 insonorización entre habitaciones. Para colmo solo tienen 4 mandos del aire acondicionado… fuimos a la piscina y puede entrar todo el mundo, sea o no del hotel. Por no hablar de que las dimensiones de ésta dejan de desear. En resumen no merece la pena pagar por dormir o bañarse aquí.

Sin llegar a pisar este hotel, la gestión de este hotel es horrorosa, efectue una reserva con cancelación gratuita, he tenido que cancelarla y transcurridos 23 días desde la cancelación aun no he recibido el reembolso, tan solo un email que debido a la situación actual se demora, unos sinvergüenzas de los pies a la cabeza que ni responden a los email que he mandado a posteri, ya está puesta la correspondiente reclamación ante la autoridad competente.

Es de los hoteles más baratos de la isla y está bastante correcto. Está ubicado en el centro de San Antony, muy cerca de la estación de autobuses (bien). La habitación la limpian todos los días, aunque el baño se encharca cada vez que uno se ducha.

El personal súper majo y atento. El último día perdimos los check-ins de los vuelos y nos los imprimieron allí mismo.

Si vas a pasarte solo para dormir y no eres muy exigente, te lo recomiendo. Si buscas lujo y servicios probablemente no sea tu sitio.

Buen precio y personal excelente. Sin duda volvería alojarme.