Hotel Rural y Restaurante - El Rinconcito de Gredos

Estuvimos en familia un par de noches, pero todo excelente. De los sitios que he ido de este estilo, es de los pocos que son estupendos. Muy tranquilo, gran vista a la sierra y servicio de personal excelente. Sobre todo darle la enhorabuena al dueño, un trato muy amable y sirve estupendamente. Se agradece un trato así.
Volveremos.

Preciosas vistas desde la terraza, y gran calidad en la comida.
Tomamos los platos típicos de la zona (patatas revolconas, migas, chuletón...) y estaba todo espectacular, la tarta de queso a destacar..
El personal eficiente y muy simpático en el trato.
El sitio es bonito y acogedor, con altos techos y mesas grandes.
Precios ajustados a la comida/zona.
Ya para la próxima no nos pilla (porque repetiremos, seguro) pero la primera vez que vas resulta un poco complicado encontrar el acceso al restaurante,

Es el sitio perfecto para una escapada de fin de semana. Un lugar tranquilo en un sitio precioso. El hotel muy bien y el restaurante muy bien. Comimos de maravilla. Y la atención perfecta. Ojalá podamos repetir pronto.

Hemos comido fenomenal. El trato ha sido exquisito. El entorno perfecto. El restaurante muy acogedor. Para repetir sin dudarlo. Recomendable 100%

El hotel se encuentra en un enclave muy bonito. En cuanto al trato y atención del personal muy atentos, amables y serviciales. Se huele a limpio y muy bien cuidado todo. Es muy tranquilo y permite descansar muy bien. Y muy bien en cuanto a calidad precio. Sin duda volveremos!

Trato inmejorable, comida casera de buena calidad. Mejor con reserva. Precio elevado. 54€ por ensalada, entrecot y calamares rellenos. Cuando comimos por 30€ tres platos caseros por persona en un pueblo cercano.

En relación calidad - precio, nos resultó demasiado caro una habitación sin vistas, por 75 euros en la que el wifi no llegaba y una cama calzada con maderas que hacían que la cabeza quedase por debajo del nivel del resto del cuerpo.
Cenamos en el restaurante y el precio también fue excesivo, 40 euros por una hamburguesa que hubo que recalentar y un pequeño entrecot de 100 gr que por educacion no devolví.
El desayuno, incluido en el precio, ridículo también, he estado en pensiones con mucho mejor servicio.
En general no recomendaría este lugar a nadie.

Un gran descubrimiento para ir a comer. No puedo hablar del hotel porque no lo disfrutamos. Tiene una terraza muy agradable par comer al sol en estos tiempos que empiezan a enfriar. Yo haría caso a las recomendaciones fuera de carta de platos que hacen, un acierto. Y no puede faltar un buen solomillo poco hecho. Una delicia. Por cierto, los postres son caseros, si haces hueco para ellos.