La Posada Del Pintor

Si haces turismo rural, excelente y auténtico. Personal muy amable y cercano. En el pueblo no hay restaurantes, se puede comer en la posada pero hay que reservar con un día de antelación. Precioso. Con wifi. Sin aire acondicionado. Sin problemas para aparcar.

Un lugar tranquilo y acogedor donde disfrutar de la tranquilidad. Un ambiente familiar donde los dueños te acogen cómo sí fueras de la familia.
La posada está bien cuidada y es un pequeño museo de arte con los cuadros de Jesús colgados en sus paredes.

Ha sido un placer haber estado en esta casa. Conserva todo el encanto de una casa centenaria pero acomodada al tiempo actual. Los caseros, Blanca y Jesús, un encanto de pareja. Super cordiales, serviciales, amables... La casa es toda ella una galería de cuadros fantásticos. El pueblito es una pasada, pequeño pero muy bonito. RECOMENDADO !!

Lugar rústico, cosas antiguas guardadas y adaptadas funcionalmente, buenas camas, desayuno flojito, la señora bastante estraña, dejaba verse su clara afinidad y propiedad por las cosas de la posada, el suelo de madera cruje al pisar, estuvimos en el ático por lo que no sufrimos molestias por ello aunque pensamos en los de debajo. Al checkout la dueña dejó a los niños coger bombones de la recepción especificando " solo uno cada uno"...

Excelente el trato de Blanca y Jesús. El peque se puso Pachuca y nos improvisaron cenas para los cuatro. Preciosa decoración con los cuadros de Jesús y un lugar fresco y agradablr a tiro de piedra de Burgos.

Ambiente tranquilo . Con mucho estilo. Decoración preciosa. Amabilidad y trato genial. Comida para celíacos. Habitaciones amplias y confortables. Un sitio para recomendar y para volver.

Un lugar con encanto, te sientes como en casa. La habitación muy cómoda y limpia. Jesús y Blanca son muy atentos y especiales... y la cena divina.

Un excelente sitio para pasar la noche, conocer el entorno, disfrutar de su estancia, compañía, un trato muy agradable, familiar, cómodo, elegante, acogedor. Muy recomendable.