Hotel Rural La Henera

Pernocté aquí el año pasado haciendo el Camino desde Francia y nos encantó el lugar. Las habitaciones grandes, limpias y muy cómodas. Dentro del hotel tienen también máquinas expendedoras para servirte un café por la mañana temprano antes de salir caminando hacia Burgos.

Pintoresco lugar, ideal para cargar pilas.
Comida sencilla pero buenísima, precio muy razonable y atención excelente. Veníamos haciendo el Camino desde Belorado y mereció la pena parar allí. Gracias!

El checking debe hacerse en el bar junto a la iglesia a partir de las 12:30h

El hotel no dispone de bar - restaurante dentro de las instalaciones sino en el bar cercano ubicado junto a la iglesia.

Disponen de máquina de vending en el hotel.

El dueño, que también lo es de Casa Marcela en el mismo pueblo, es lo que se puede denominar un “borde profesional”.
No se puede admitir que trate así a sus clientes, bien es verdad que no hicimos noche en su hotel pero sí habíamos contratado la entrega del equipaje del Camino en este sitio con la compañía que nos organizaba el viaje.
Nos regaño nada mas llegar por pedirle una manguera para limpiar las bicicletas a costa de decirnos que ya nos había hecho el favor del equipaje.
Señor mio, en todo caso el favor se lo haría a la compañía de viajes, no a nosotros que habíamos contratado el servicio con ella.

Usted no tiene empatía para gestionar un negocio, es simplemente impresentable.

El relato del señor Alejandro Hurtado es fidedigno. El dueño de este hotel y del bar Marcela no se portó de forma correcta con unos clientes que llegaban muy cansados de la etapa y de la ruta desde Francia; y que estaban dispuestos a pagar por el servicio demandado.

Como se dice en atención al cliente, "una reclamación es una oportunidad de mejora", y más en un servicio de atención directa y personal como la hostelería.
Si se es inteligente, así se tomará si la respuesta es sincera.

Sensacionales instalaciones . Modernas, limpias, confortables y con unos dueños muy implicados y encantadores . No dejéis de ir . Y los dueños …no cambiéis 🙏

Si estás haciendo el camino no te lo pierdas. Las habitaciones son estupendas, limpias y amplias. La familia que lo regenta es sensacional y en su bar te dan de comer que no veas. La morcilla es de escándalo lo buena que está.

Es ni siquiera una aldea, parada obligada en el camino de Santiago antes de Burgos. Y tiene éste alojamiento con un dueño atento y simpático, que además tiene un pequeño bar en la entrada donde entras en calor y no solo por la comida, sencilla pero muy buena sino por la gente que lo lleva y los peregrinos que encuentras. Las habitaciones perfectas, amplias y los baños impecables. Lástima de grupo de ciclistas valencianos que dejaron el comedor común como una cochiquera. Qué les costaría llevarse los restos de comida, bebidas y colillas en la misma bolsa que trajeron en los cubos de basura. Pero de eso la culpa no lo tiene el hostal, lógicamente. En resumen, alojamiento impecable en medio de un remanso de paz. Ah, y también anotar que albergue local y la iglesia que es magnífica cerró sin previo aviso el puente del 12 de octubre y dejó a muchos peregrinos en la calle. Sin comentarios. Con la iglesia hemos topado.