Hotel La Vega

Un hotel de 4 estrellas y no entiendo el por qué. Las habitaciones espaciosas pero normalitas, lo más bonito de ellas los baños. El desayuno en el interior en unas mesas muy pequeñas que apenas entraban las cosas, solo nos han ofrecido tostadas, nada de bollería, ni fruta, nada más. El zumo no era natural sino de botella, tampoco disponían de leche sin lactosa, así que la gente intolerante a la lactosa se tendrá que conformar con bebida de soja. Las tarjetas de las habitaciones se desactivaron antes de la hora de salida. Me esperaba mucho más de este hotel y he estado en otros de menos estrellas y en mi opinión mucho mejores.

Celebramos la comunión de la niña allí y todo perfecto!! De 10 todo.Minerva muy buena profesional y en todo momento nos aconsejo y ayudo!.. el equipo y todo el personal muy amables y la comida excelente! Cabe destacar el rodaballo y el pastel de centollo espectaculares!!.la animación después en l jardín y el chiringuito del bar para poder estar sentados y tomar algo n el jardín muy bien también.
La verdad todos salimos muy contentos si hubiera que repetir sin duda lo haríamos.

En cuanto conocimos a Minerva y nos enseñó el hotel, decidimos celebrar allí nuestra boda. Nos encantaron las instalaciones, el comedor es precioso, el vestíbulo, la cafetería, la sala de eventos, el jardín, todo está preparado para hacer único vuestro momento. Nos encantó la comida y el trato del personal, todo cuanto pedimos, nos lo ofrecieron con una sonrisa y la mayor de las amabilidades, muy cordiales y cercanos. Mi mas sincera enhorabuena a todo el equipo que hicisteis posible nuestro enlace, os vamos a llevar siempre en el recuerdo.

Tiene un buen precio, eso es cierto. Está en las afueras de Valladolid, por la carretera de Simancas. Sólo me alojé una noche, con tan mala suerte que hacía mucho calor (julio) y el aire acondicionado no funcionaba en mi habitación. Lo comuniqué pero no fueron capaces de arreglarlo.

No puedo estar más contenta, hemos celebrado la comunión de las niñas allí. Buena atención, desde el primer momento de pedir información, y en la celebración, tanto el menú como el camarero que nos atendió de 20. Los jardines magníficos. Recomiendo 100%.

El hotel en su momento debió ser espectacular, con esa decoración clásica y buenos materiales y esa escalinata tan lucida. Pero necesita mantenimiento y empieza a verse anticuado, hotel de otro tiempo. Buen personal en recepción. La habitación era grande y espaciosa, con un baño enorme con bañera. Aunque coincidimos con una boda y se escuchaba mucho bullicio en las zonas comunes, en la habitación no oímos nada. La piscina muy, muy descuidada. No es grande pero suficiente para ser un aliciente, aunque se nos quitaron las ganas al entrar. Grietas, humedades, sin calefacción en los vestuarios (taquillas 1'5€, gorro de baño 1'5€). Desayuno buffet variado con fríos y calientes, zumos no naturales pero sí de buena marca. La cena exquisita (24€ por persona). Lo que más nos gustó de toda la estancia fue el maitre, servicial, agradable y elegante.

No funcionaban los ascensores. La alternativa era subir por un montacargas de servicio.
La habitación tenía varias bombillas fundidas y había una humedad importante en el techo que ya estaba seca pero que no habían reparado. No se ofrecen amenities en el baño.

Decepcionante. Fuimos a comer por una comunión y tanto mi pareja como yo avísanos con tiempo de que somos veganos. De entrante nos trajeron tres tapas: una de ellas era una brocheta con un cherry, un espárrago, y un champiñón, otra eran dos hojas de lechuga sin aliñar con dos trozos de fresa encima y la tercera una cucharada de guacamole de supermercado con una rodaja de pepinillo. De segundo entrante nos pusieron en esencia las verduras de guarnición de la carne y de plato principal una hamburguesa bastante insípida con una ensalada y patatas fritas congeladas. Luego nos trajeron la tarta de postre y, cuando preguntamos si era vegana dijeron que si, para luego venir a retirarnos la porque obviamente no lo era y traernos unas rodajas de fruta.
A estas alturas ya no me sorprende que un restaurante no tenga opciones para dietas vegetarianas o veganas, pero sigue siendo decepcionante que en un lugar con un servicio de catering tan extenso y, supuestamente, exclusivo te ofrezcan un menú tan pobre. No pido que sea excepcional, solo que hagan un poco el esfuerzo.