Hostal Restaurante "Convento de Foncebadon"

Muy buen hostal en el Camino de Santiago. Foncebadón, a lo alto de las montañas, es un lugar precioso.
El hostal el nuevo, las habitaciones amplias y limpias. La comida muy buena y a buen precio. También tienen productos para los peregrinos (tiritas, fruta, recuerdos...). De 10👍

Fantástica albergue privado en el camino francés, tuve que pasar dos noches allí por circunstancias del camino y me trataron estupendamente. El menú tenía platos riquísimos y a muy buen precio, el rabo de toro me encantó. Las habitaciones están muy bien, equipadas con todo lo necesario y muy limpias y con unas vistas preciosas. Los propietarios súper hospitalarios, no dudéis en parar aquí aunque sea a tomar un café y un poco de bizcocho

Un lugar perfecto para pernoctar antes de llegar al punto mas mágico del Camino de Santiago para mi, la Cruz de Ferro. Las habitaciones perfectas con camas super cómodas, el emplazamiento perfecto y la comida del restaurante de 10 para recargar fuerzas y descansar.

El sitio esta bien, éramos dos peregrinos y nos cogimos una habitación de literas para los dos (por el tema de covid). Las literal muy bien, te dan las sabanas típicas para poner en el colchón y en la almohada.
El único fallo que diría es que no tenia manilla la puerta por lo que no la podíamos cerrar bien sin poner la llave.
La ducha bien aunque se sale el agua, pero te dejan el cubo de la fregona por si acaso, así que sin problema.
Con el frio que hace en esa zona, en las habitaciones ni lo notas ya que te ponen la calefacción.
La señora del albergue muy amable

Habitación cómoda, limpia y acogedora. La comida muy rica, casera y abundante. Muy recomendable

Creo que es el mejor sitio para descansar. Habitaciones amplias, limpias y albergue con todos los servicios.
Comida casera, muy buena y es económico.
También desayuno temprano y exquisito.

Nos halojamos en una habitación doble por 50€. Y muy bien.
Buenas calidades, ventanas modernas, persianas eléctricas, y el baño correcto. Los enchufes también suficientes. Hacia bastante frío en la calle y dentro buen confort.
También es verdad que veníamos de peregrinos y anduvimos unos 30 km antes de llegar. Nos pudo parecer mejor de lo que es pero nos pareció un oasis en un desierto.
Cenamos un menú muy rico y atendidos maravillosamente por los hosteleros.
Un 10/10

Personal muy antipático, llegamos al albergue y nos dijeron que no habían sitios libres y nos hicieron pagar una habitación doble por 50€ sin desayuno, cuando habían camas sin ocupar ese mismo día en el albergue por 8€...a otra mujer italiana le pasó lo mismo ese día. Mal trato, desagradables y sin ganas de trabajar. Todo era una pega y con muy muy muy mala actitud hacia el peregrino. No repetiremos seguro !!!!