Casa Hostal OLGA

No se puede tener peor experiencia sin ni siquiera pisar allí. Reservamos una habitación, el dia 6, a los diez minutos la anulamos por un cambio de planes, (la anulación gratuita era hasta el 11) y ese mismo día nos cobraron el importe total, aún estando en plazo de anulación. Esto como se llama, robar, timar?????? Tengan cuidado con este negocio compañeros!!!

Un trato muy familiar, las habitaciones y el baño límpios, no debemos de tener grandes espectativas si nos alojamos en un hostal económico, veo que hay mucha gente que se lo quiere ahorrar todo y sentirse como en el hotel Ritz de París, por favor, seamos sensatos, este hostal está muy bien y lo recomiendo totalmente.
Volveremos.

Es un lugar al que no recomiendo ir, es mejor gastar un poco más en otro hotel y estar en condiciones, al llegar vemos que la calefacción está apagada y nos dice que para una habitación no la va a encender, poniéndonos un radiador eléctrico, al día siguiente ya pone la calefacción porque hay más habitaciones. El desayuno muy justito con pan del día anterior, si vais a esquiar os recomiendo desayunar en las pistas mucho mejor por el mismo precio. Dentro de la habitación vemos un papel en el que pone que si queremos que nos cambien las toallas hay que pagar un euro por toalla limpia, nunca lo vi. Otro tema son los esquís que alquilan en el hotel, son de los años noventa, muy viejos y el ahorro es de 2 euros respecto a los de las escuelas de al lado.

Relación calidad/precio pasable. Habitación limpia, te hacen la cama todos los días, aunque lo demás no lo limpian hasta que acaba la estancia. El agua de la ducha sale a una temperatura espectacular y la calefacción funciona perfectamente, por lo que no sé pasa nada de frío. En la parte de fuera de la casa (el hostal es una casa) hay una zona de porche con mesa y bancos perfectos para merendar al bajar de la estación de esquí. En cuanto al desayuno, incluido con la habitación, te ponen un vasito de zumo natural, colacao o café al gusto (te ponen jarra de leche y de café, y te tomas la cantidad que quieras) y tostadas de pan, a elegir entre mantequilla-mermelada y tomate-aceite.
Por parte de Olga un trato magnífico, cualquier duda o problema que tengas te resuelve rápidamente; incluso nos recomendó un sitio para alquilar material de esquí, donde por estar alojados con ellos nos hicieron un pequeño descuento que se agradece. Además nos quedamos un día más de lo que teníamos planeado y no puso ningún tipo de inconveniente debido a la disponibilidad de habitaciones.
No es de las mejores habitaciones en las que he estado, pero repetiría ya que el trato es espectacular, se encuentra en un pueblo muy tranquilo y a 15 minutos de la estación.

Buena relación calidad precio. Muy buena ubicación. Olga es una mujer muy amable, siempre dispuesta a ayudarte en lo que necesites. El desayuno sencillo pero completo.
Sin duda repetiremos estancia.

Buen trato. Comida casera, de verdad. Las paratas fritas no son congeladas. Y las ponen de tapa y acompañamiento. Las recomiendo.

Fuimos solo a comer de paso por la zona. Fueron muy amables al ponernos una mesa en el jardín al sol, ya que en la terraza delante del bar había corriente y hacía frío. La comida muy simple, platos combinados, tapas bastante malas (la salsa de las bravas de bote, las croquetas caseras no lo son, los pimientos con atún son conservas de lo más corrientes...), pero lo más negativo de todo es que los precios no se ajustan a la calidad...dos adultos y una niña pagamos 53 euros por la comida. Solo ua cosa positiva: las patatas no son congeladas. No volveremos seguro.

Es un sitio muy modesto, con reparaciones en plan chapuceo. El jardín no está mal. La parte de restauración es bastante mala, mejor irse a otro sitio a comer. Desayuno con pan del dia anterior. correcto pero por lo pelos en relación al precio. El baño de la habitación no tenia bote sifónico y subian olores, hay que tener ventana abierta de forma continua. Si te gustan las cosas un poco mejor cuidadas, no vayas. En neutro caso solo íbamos a dormir.