Hostal Nuestra Señora Del Pinar

La habitación muy amplia, limpia y con todo lo necesario. Trato muy bueno, todos muy amables, tuvimos un problemilla con la cerradura de la habitación y nos cambiaron de habitación enseguida. La cena muy rica con buena relación calidad-precio. Un lugar cerca del Hayedo de Tejera Negra y otros espacios naturales. Lugar muy recomendable.

Si estás por esta zona huye de este sitio. Te traen la carta, muy extensa, tardan muchísimo en tomar nota y, cuando por fin vuelven, vas a pedir (un sábado) y te dicen que solo les quedan cuatro primeros y cuatro segundos, eso se avisa al darte la carta. A partir de aquí todo de mal en peor. Malos modos por parte de los camareros, te traen los segundos cuando aún no han terminado de servir los primeros, les pides que se lo lleven, se van jurando en su lengua... Te ponen lo que les da la gana, no lo que les has pedido. Comida muy mediocre y cara, te la meten con el pan, con el vino, con el agua, con los postres... La peor comida que hemos tenido como grupo y tocamos a más de 30 euros cada uno. Huye!
Edito la reseña tras respuesta del propietario: No, la bronca iba para vosotros. No me he equivocado de sitio y tú lo sabes perfectamente. Uno se llamaría David, si tú lo dices será así, supongo que te refieres al que tomaba nota, pero había varios camareros más, chicos y chicas, y a nuestra mesa nos tocó el que juraba en Arameo.

Lamentable. Poco higiénico. Falta de profesionalidad. Eso sí, abundante, Pedí guisantes con jamón y me volcaron un bote de medio kilo en un plato con el jugo de la conserva y todo. Después unas chuletas de cordero (eso quiero pensar)Mucho palo poca carne quemadas por fuera y crudas por dentro.No había nadie comiendo y no me extraña.

Siempre elijo este lugar para respirar del agobio de la ciudad.
El trato inmejorable, comida buena y abundante, perfecta para recuperarse de los largos días de caza. La zona es perfecta para disfrutar de la buena caza y camas muy cómodas para descansar bien.
Gracias por todo, repetiremos sin duda.

Me he hospedado este fin de semana y no podría haber sido mejor. El trato excelente, te sientes como en casa, al llegar de hacer rutas te alegras de estar un rato en el restaurante cenando. La comida exquisita, calidad-precio imbatible. Las habitaciones con todo lo necesario y renovadas.

Lamentablemente, la falta de población ha obligado a este local a cambiar hasta 3 veces de manos en muy poco tiempo. Por lo que respecta al servicio, es esa misma falta de población la que propicia una falta de buenos profesionales en toda la comarca.
Aunque esto no debería ser impedimento para que se suministraran una calidad impecable y ahí es donde fallan, una tras otra, todas las manos por las que ha pasado este local. Si comes a la carta, aun puede salvarse por las carnes pero el menú no es nada recomendable y los torreznos, siendo vecinos de Soria, ya podrían esforzarse en aprender a hacerlos.
Al menos siguen dando servicio a esta población, lo cual no es poco. Han renovado algo las instalaciones y el mobiliario. No puedo opinar sobre las habitaciones porque no me he hospedado.

Sábado 29 de octubre .fuimos un grupo de senderismo después de hacer una ruta al bar ...pedimos consumiciones les pedimos que nos pusieran unas tapitas . Y los camareros unos déspotas y desagradables.a unos les dijeron que de 17.00 a 20.00 h no ponen tapas a otros que hay que venir cómidos de casa. Teníamos pensado haber pedidos más consumiciones y raciones ..al final nos fuimos a otro pueblo ..hay no volvemos a entrar más..

Solo puedo comentar sobre el restaurante. Buena calidad y buen trato. Nos atendió Javier, un gran profesional.