Casa de los Acacio

Es una casa señorial que los dueños han restaurado con mucho esmero y la verdad es que les ha quedado estupenda. La habitación superior está muy bien, con un buen colchón, un buen baño, y muchos detalles. La piscina, aunque pequeña y que afortunadamente solamente podemos disfrutar los huéspedes, merece la pena darse un baño en ella, lo peor es no disponer de unas tumbonas y tener en el jardín un bar abierto a todo el mundo, cuyos clientes se entretienen observando a los que estamos alojados en el hotel y disfrutando de la piscina, por lo demás todo muy bien. Los dueños super amables y atentos en todo momento. Es un hotel que merece la pena alojarse en él.

Casa renacentista muy chula y acogedora, tanto que los dueños tienen sus fotos familiares en la entrada. En especial Miguel, muy atento y un pozo de sabiduría sobre San Clemente. Mención especial al restaurante de la terraza, servicio amable y pizzas artesanas por 8€. Para volver.

Solo hemos pasado una noche en esta preciosa casa, en una habitación en la que no faltaba ningún detalle. Albornoces, zapatillas, cojines y colchón de muy buena calidad, todo muy limpio y acogedor. Los anfitriónes son encantadores y te preparen un desayuno con mermelada y coca casera.

Magnífica experiencia la que hemos pasado en estos 4 días en Casa de los Acacio. Trato familiar por parte de Paloma y Miguel Ángel, que se han esforzado por hacernos sentir como en casa. La limpieza, los detalles en las habitaciones y el desayuno han sido exquisitos. Destacaríamos las mermeladas y la bollería casera, que son deliciosos. La casa es muy bonita, casi un museo y la pena ha sido no haber disfrutado de la piscina, que tenía una pinta buenísima.

Habitaciones amplias y muy cómodas.
Trato familiar y agradable en una casa solariega con las comodidades del siglo XXI. El desayuno contiene bizcocho y mermeladas hechos por la propietaria, no tienen desperdicio. Además se disfruta mucho de las zonas verdes y de la piscina.

La casa es muy bonita y todo muy limpio se nota que está cuidada con mucho cariño. Los anfitriones cuidan cada detalle como el desayuno que es delicioso. La zona de piscina está genial

Estuve por viaje de empresa en este Museo que opera como hotel en San Clemente.
Es de los hoteles, por no decir el único, que me ha dejado boquiabierto.
Es un antiguo palacio cuidado hasta el más mínimo detalle, con una limpieza, comodidad y trato espectacular. Además, tiene zona con jardín, piscina....
Sin duda, una joya. 100% recomendable.

Esta casa rural es un encanto. Por fuera no lo parece, pero una vez abren la puerta es magnífico.Es una antigua casa palaciega, regentada por la 4a. generacion. Son un matrimonio exquisito y amable . Los desayunos los hacen al momento, y, sus mermeladas son caseras, hechas por la dueña. La habitación es muy amplia y confortable. Volveremos sin duda alguna.