Parador de Albacete

Como en casi todos los paradores, el ambiente es relajante.
El edificio cuadrado muy bien ambientado en la Mancha, muchísima luz y unas habitaciones amplias y muy cómodas.
El restaurante, con una carta muy equilibrada. Pedimos unos gazpachos manchegos, de sabor muy bueno pero para segundo plato se queda escaso.

Un lugar entrañable para descansar y estar en contacto con la naturaleza. Las habitaciones son amplias y equipadas con todo lo necesario para hacer la estancia muy confortable.
El paseo por corredor interior es muy agradable y tiene zonas de descanso muy acogedoras.
Además, fuimos con un perro y el trato a nuestra mascota ha sido inmejorable.
Volveremos.

Con su estilo Español clásico de la España de siempre este magnífico hotel no deja de impresionarme. Sus instalaciones y habitaciones son excelentes, sus servicios inmejorables y la gastronomía es exquisita con platos locales de especial sabor. Que decir del desayuno, delicioso.

La estancia en el Parador de Albacete fue agradable y placentera. Destacan el gran espacio de las habitaciones y el entorno de jardines. También la amabilidad del camarero en los desayunos explicando cosas interesantes sobre las inmediaciones del Parador y la ciudad de Albacete, que está situado en un lugar óptimo para realizar excursiones por la provincia.

Bien situado .Ideal para una pausa y recobrar energías en un viaje .
La carta típicamente manchega debería ser renovada de vez en cuando .
También podrían pulirse algunos detalles como los caramelos pasados y duros que están a disposición del cliente .
El personal en general es muy correcto .

Lo mejor, el baño de las habitaciones está reformado, grande y completo, pero las habitaciones son poco acogedoras, frías y los muebles muy deteriorados.
Edificio en una sola planta, haciendo como un cuadrado, o alas, por lo que las habitaciones están muy alejadas , se accede por pasillos algo oscuros y fríos (un poco tenebrosos).
La ubicación tampoco es buena, muy alejada del centro de Albacete y en mitad del campo.

Parador para desconectar con sus jardines, amplias habitaciones y personal muy amable, sobre todo el recepcionista de la mañana y el camarero Juan Carlos. Que nos recomendó varias cosas. La cena buena, lo mejor el helado de queso 😋

Lugar tipo venta castellana, tradicional, tranquilo, acogedor y agradable. Aunque no está en un lugar bonito, el recinto y los jardines si lo son, y está muy bien ubicado para visitar Albacete y otros lugares de la provincia, fácil y rápida salida a la autopista