Hostal Doña Blanca

El hotel es prácticamente nuevo, bien decorado, en un edificio medieval. Espectacular. Le faltan pulir detalles de juventud: el desayuno con los embutidos en film transparente, el lavabo le costaba vaciarse y con algo de olor a atasco, limpieza correcta pero podría ser más exhaustiva. Pero vamos, nada que no me impida volver en un próximo viaje.

Nos ha encantado. La ubicación al lado del castillo, se aparca sin problemas, una zona tranquila y a un paseo de todo. El personal, una familia que cuida del negocio y huéspedes con cariño y respeto. Las habitaciones sencillas pero bonitas y prácticas. Mención especial para el DESAYUNO, ya podrían muchos hoteles de más categoría hacer algo parecido. Sin gran infraestructura, lo más básico, riquisimo: pan y tostadores, café de cafetera italiana y de cápsulas, tortilla de patata, zumos...ZUMOS de verdad....no máquina de agua y polvos....
Nos ha encantado. Gracias Familia

El hostal en general está bien,la decoración ,la limpieza,la ubicación, están fenomenal,pero hay cosas muy mejorables.
No hay amenities,solo dosificador de gel,el agua de la ducha salía tibia,la mampara de la ducha es tan pequeña que tienes que ducharte con un cuidado extremo para no encharcar todo el baño
(deberían poner mampara corredera)y los colchones son de muelles y se clavan en la espalda,te levantas dolorido.
En cuanto a las mascotas deberían dejar claro cuánto se paga,en Booking dice ,se pueden aplicar suplementos,pero eso no es suficiente,tienen que decir exactamente cuánto van a cobrar... así no te llevas sorpresas cuando llegas.
Estos detalles deben tenerlos en cuenta con lo que se paga.

Hostal con habitaciones pequeñas e incomodas, el de desayuno fatal, tortilla prefabricada y no reponen nada, pero con lo que hay es mejor irse a cualquier bar, y tened cuidado porque porque si vas allí sin reservar te dan él precios y te dicen que el desayuno está incluido y luego te clavan otros 25 euros a mayores por desayunar! No volveré!

Espectacular y de superlujo totalmente nuevo el personal encantador y el desayuno fantástico repetiremos recomendable al 100% ha sido un placer encontrar un sitio tan bonito en Sigüenza calidad y precio todo junto fantástico repetiremos

El Hostal me ha encantado, cierto es que en esta época no hace falta aire acondicionado (porque no tienen) y yo estaba genial con el balcón abierto y ese aire fresco entrando, el equipo del Hostal encantador y genial, desayuno suficiente y con variedad, volvería sin duda!!

Hemos visitado Siguenza y ya que este hostal estaba recomendado pues hicimos reserva pero Sorpresa bien porque es un edificio rehabilitado y todo es bastante nuevo,ubicación no está mal pero que llegues y el check in un desastre no hay nadie los tienes que llamar y después en toda la estancia no ves a nadie, para ser NOVIEMBRE y tener temperaturas bajas en la habitación un frio de narices Radiador apagados en tiendo que hay que ahorrar pero ya cobran para eso y no mal, bajas a desayunar y sigues sin ver a nadie desayuno fatal no se si es porque es temporada baja y cuando te vas dejas la tarjeta en el mostrador, es mi opinión y entiendo que tener un hostal es más que cobrar y ya está y se de lo que hablo ya que entiendo al cliente tienes que atenderlo sino malo para el turismo no volvería lo siento Mala Esperiencia

En julio de 2022, me tuve que alojar por trabajo en Sigüenza y lo hice en el hostal Doña Blanca Para mi, el parking era imprescindible y este era el unico disponible que tenía entre otros alojamientos. El hotel se vende como que tiene Parking, cuando este es en la calle. Fui en un fin de semana y era realmente difícil aparcar (imagino que entre semana es más fácil). Tuve que dejar el coche medio subido en una acera, porque de verdad no había sitio a no ser que me fuera bastante más lejos, que, con los bultos que llevaba por mi trabajo, resultaba descartado.

Al llegar de madrugada al hostal, y al dar mi habitación a un parque infantil, tuve que aguantar a unos 30 veinteañeros que hacían botellón, esto no es culpa del hostal obviamente, pero este, al no tener aire acondicionado y al estar en julio, tuve que abrir la ventana e intentar dormir con esa gente chillando. opté por pasar calor.

Me levanté a las 8, para desayunar y salir. Pero el desayuno empezaba a las 9, creo que es un poco tarde, pero igual el público que suele ir, le va bien. A mi no, y me fui antes de que abrieran y no pude consumirlo. Al llegar al coche, tuve que quitar 2 latas de cerveza del techo, por eso, entre otros motivos, quería un parking.

Por su parte, el hostal está reformadisimo, es muy bonito y la persona con la que traté, muy bien. Pero lamentablemente la experiencia por 100€/noche, creo que no lo valen.