La Troje Oropesana

La Troje Oropesana está muy bien situada, cerca de la plaza del pueblo y del parador.

El tema aparcar cerca del hotel.... Pues hay opciones en los alrededores de este y tampoco hay que alejarse mucho.

El hotel y las habitaciones están muy bien, pero se podría mejorar algunas cosas.... De ahí que no les ponga un 5.

- La ducha, tiene el suelo con algunas piezas de cerámica levantadas, y luego la ducha apenas sale agua caliente y no sale con fuerza tampoco.

- Los armarios, son antiguos, y ponen los edredones dentro y no tienes espacio para colgar las cosas, unos cajones no estarían mal.

- El dueñ@ dió las llaves y luego ya se desentendió, y luego no hay nadie allí... Y para colmo no tienen datafono... Y tuvimos que hacer bizum. Como si fuera un Airbnb en vez de un hotel.

Por lo demás, estaba muy bien cuidado el sitio, te dan jabón, champú y gel que se agradece, y las plantas del patio interior muy bien cuidadas y muy bien decorado.

Estuvimos mi Mujer y yo este fin de semana y nos llevamos una desagradable sorpresa al ver la habitación.
Nos dieron la número 1 que para empezar hay que decir que es de un tamaño muy reducido.
Nos encontramos pelos en la ducha algo muy desagradable y además haciendo calor no pudimos poner el Aire acondicionado porque no funcionaba.
Para colmo tienen los enchufes de las mesillas en el centro de la cabecera de la cama con lo que sobresalen por encima de las almohadas.
Algo surrealista y peligroso.
Llamamos por teléfono y no nos lo cogieron.
Allí no te atiende nadie.
En fin para no volver nunca más

Muy bonito, acogedor y pintoresco. La estancia ha sido excepcional. Hicimos viaje familiar y nos gustó mucho. El patio de abajo es una verdadera maravilla. Cielo ha sido muy amable con todos. Todo de 10.

No hay servicio alguno. Te da la bienvenida, te cobra y se va.
Casa con patio muy agradable que tuvo que ser genial si ofrecía desayunos y zumos que NO da pero aún tiene colgados en carteles. Y las mesitas en planta baja, aún puestas, indican que daba desayunos/comidas. Puro "atrezzo".
Creo que vi un microondas en la planta baja, pero no sé ni si funcionaba ni nos dieron opción a usarlo.
Avisan que sábanas (bajera y superior de un nórdico) y toallas solo se cambian a partir del tercer día de estancia.
Para mi gusto, pura DEJADEZ. Y el precio, en un pueblo perdido, caro para no ofrecer más que una cama con baño.

La casa es bonita pero en el apartamento encontramos algunas deficiencias.
Muebles viejisimos, un sofá de todo menos cómodo en el que solo se pueden sentarse dos personas y éramos tres, ni una miserable cafetera cuando el servicio que te ofertan del bar fue inexistente, el microondas no funcionaba bien, la cocina de vitro tampoco, en fin.... que para lo que cobran por noche deja bastante que desear.
Tranquilidad si.

Un hospedaje con encanto, sobre todo con la temática medieval. Está todo con mucho gusto decorado y el patio interior es una delicia. Ubicado en el centro del casco antiguo. 100% recomendable. Los dueños personas muy amables y encantadoras.

Un hotel muy bonito, el trato muy bueno.
Las habitaciones son amplias, hay aire acondicionado, y se duerme muy bien.
No se oye ni un ruido.
La cama de matrimonio amplia y muy cómoda.

Es un rincón lleno de magia, cuidado al detalle. La habitación muy confortable con una cama grande en la que dormimos estupendamente. El desayuno riquísimo, lo tomamos en el patio porque hacía buena temperatura y tambien hemos disfrutado el jardin por la noche, porque el sonido de la fuente y la música de fondo te envuelven en una atmósfera única de paz y tranquilidad. El lugar esta en una ubicación privilegiada porque solo se escuchan los pájaros, pero está a un minuto a pie de la plaza central de Oropesa, llena de bares y restaurantes. Alejandro, el dueño, nos ha atendido con mucha amabilidad y nos recomendaba excursiones y lugares para visitar, tanto turismo monumental como de naturaleza con rutas de senderismo. Volveremos porque hay mucho que ver en la zona y en La Troje recargas las pilas al 100 %.