Hotel Miramar Barcelona

Es una maravilla hecha hotel. Vistas inmejorables. Restaurante fantástico y todo decorado con un exquisito gusto y muy acogedor. Para volver una y otra vez.
Para mi es un lugar muy especial.

Mal!! Mal!!!. Hace unos días fui a tomar una copa con una amiga, como en otros tantos hoteles de Barcelona. Con unas formas exquisitas, me invitaron a marcharme alegando a falta de reserva. Bien , me hicieron sentir incomodo pues mi dinero sirve como el de huésped para ser cliente y parece que esta ausencia de turismo que hemos sufrido no va con uds. Ni tan solo se han dignado a contestar el correo electrónico que les envié. No sufran!!, ni volveré ni gozarán que sea cliente suyo y ni mucho menos recomendaré un servicio que no he podido disfrutar. Si la desacelarion que se avecina no les afecte con visitas de turista extranjero, pues desperdiciar el cliente local les puede pasar factura. En fin!!! suerte con su estrategia comercial.

Buena experiencia en general, porque permiten entrada de mascotas (pagando) y por el desayuno que sirven!
Sin embargo, pagas por un hotel de cinco estrellas y no está a la altura. Le falta mucho mantenimiento, las habitaciones se ven viejitas y la limpieza tampoco es de 10.

Mal es poco. Hotel inaceptable por su categoría y ubicación. 4 estrellas ya es mucho!!! Este hotel junto al otro de su cadena, el hotel Florida en el tibidabo, es de lo peor q he visto en hoteles de su categoría. Además de poner sendas reclamaciones, escribí a los dos directores y al director general. Callada por respuesta. Por el bien de Barcelona, espero que les quede poco y lo administre otra cadena hotelera con más profesionalidad

Por las reseñas, nos esperábamos un hotel más viejo y descuidado de lo que nos pareció a nosotros. Sin embargo, hay varios motivos por los que no podemos calificarlo de 5 estrellas. Por un lado, no hay personal en la entrada y hay muy poco personal en recepción, por lo que las esperas son muy largas. En cuanto a la atención, la justa exceptuando algunos trabajadores, como el del lobby bar y el de mantenimiento... Los botones de algunos ascensores (como el de la piscina interior) no funcionan bien y lo peor: aún habiendo avisado de que por mi discapacidad iba a usar la grúa hidráulica de la piscina, no funcionaba al llegar. Nos dieron una botella de cava de cortesía y unas disculpas, pero no es suficiente. Deben arreglarla o poner una nueva. Por suerte, Santi, el chico de mantenimiento, fue un sol y me ayudó junto a mi marido a meterme y sacarme de ella. Él sí es una persona 5*GL. Muchísimas gracias. En cuanto al hotel, somos de Barcelona y podríamos volver cada cierto tiempo, pero si no arreglan la silla eso no sucederá.

Celebramos en el Salón Azulete del Hotel nuestras Bodas de Oro.
Todo fue sobre ruedas con la asistencia profesional y encantadora de Adriana, hasta que acabamos los postres.
Además de aperitivo y comida, habiamos contratado el salón dos horas extra más , con dos camareros que en teoría debian estar presentes en la sala en todo momento para servir las copas que nuestros invitados les pidieran una vez finalizado el banquete.
Pues bien. No fue así en absoluto. Los dos camareros se limitaron a pasar una vez , sirvieron las primeras copas, se retiraron, y ya no aparecieron más por el salón.
En dos ocasiones, viendo que no salían, tuvimos que pedir a un invitado y a nuestros nietos que fueran al office a buscarlos, donde estaban tranquilamente sentados mirando sus moviles. Salieron, sirvieron algo, y volvieron a desaparecer.
Esto no es lo que habiamos contratado, y hemos quedado muy decepcionados y descontentos.
Eso sí, al finalizar las dos horas extra contratadas, se apresuraron a retirar sillas y mesas con gran diligencia, haciendonos levantar muy educadamente del asiento.

Vivo en Barcelona,
Soy de Barcelona cuando quiero estar tranquila ahí estoy.
Un buen lugar, muy bien situado, unas vistas inmejorables, un servicio inmejorable.
Lo recomiendo muchísimo

Hotel con unas habitaciones grandes y vistas inmejorables a toda Barcelona. La atención del staff exquisita en especial la de Raquel, Marta y Richard que me han hecho sentirme como en casa. El desayuno de 10 y el room service buenísimo. Sin duda repetiré en cuanto tenga ocasión.