MAS GENERÓS

Un sitio precioso, decorado con muchísimo gusto y cuidando el más mínimo detalle. Desde que llegamos nos atendieron de manera muy amable enseñándonos los diferentes espacios. Aunque no cenamos ni comimos en el hotel, si que desayunamos y todo estaba riquísimo, con gran variedad y cuidando la presentación y la calidad de los alimentos de manera exquisita. A parte, comentar que el lugar donde se ofrecen los desayunos es acogedor y precioso y el personal que atiende súper atento y amable. Volveríamos sin duda. Enhorabuena por todo lo logrado.

Fuimos engañados con la cena. Reservamos un menú degustación que luego no estuvo disponible, pero nos cobraron el precio original de dicho menú. En otras palabras, nos vendieron un menú de 4 platos, pero nos dieron solo 2. Como si esto no fuera poco, nos añadieron un suplemento de 10€/copa, de un vino que no pudimos ni elegir. En resumen, si les gusta que se rían en su cara, este es su sitio.

Estuve en verano pasando unos días por la Costa Brava y me alojé aquí. El objetivo del alojamiento es crear un espacio donde desconectar y descansar, con algún amigo o con la pareja, oyendo únicamente ruidos de la naturaleza. Este objetivo está conseguido con creces. La decoración es rural, y contemporánea al mismo tiempo, es un sitio muy acogedor cuyas zonas comunes invitan a la tranquilidad, con un piano de cola, una pequeña biblioteca y un acceso a un gran jardín. El exterior es de ensueño, tiene un pequeño huerto, un techado que recuerda a los templetes de música del siglo XIX y una piscina con unos tonos y materiales que se mimetizan con el espacio. El personal es encantador. Un detalle que particularmente me gustó fue la forma de indicar los números las habitaciones, empleando un pequeño bastidor sobre el que hay representado con punto de cruz el rostro de un personaje conocido por sus cuadros o sus libros, entre otros. Solo puedo decir cosas positivas porque me pareció un alojamiento PERFECTO.

Un lugar diferente.

Elegante, pero no recargado.
Tranquilo, pero nada aburrido.
Silencioso, relajante.
La naturaleza, el huerto, el jardín botánico...
La biblioteca...
La música...
La conversación...

Todos los sentimientos agradables, es decir, la BELLEZA en toda su concepción, se encuentra en este lugar.

Agradecido a Eugenia y Pepe, los propietarios - anfitriones que reciben en su casa. Inquieta ella, que augura larga vida feliz (tal como viene en un libro de su biblioteca de Teresa Pàmies). Emprendedor y divertido conversador, él.

Gracias a ellos y a su magnífico personal.

Alberto Morano

Un sitio maravilloso y relajante, cada rincón de la masia un sueño. La habitación muy coqueta. Un fin de semana para no olvidar. Personal y trato magnífico. Muy recomendable

Lugar con un encanto especial, hoy día es sorprendente que un lugar sea tan especial y pueda tener tanta magia. Se nota la pasión, el esmero , el tiempo que se ha dedicado a cada habitación ,cada una diferente con un sello especial, cada detalle cuidado al máximo..., la biblioteca, el comedor, el huerto , los jardines.... es curioso , pero es un lugar que te cautiva! Fuimos un mediodía a comer, que comimos fenomenal, y a visitarlo . Está claro que volveremos y lo recomiendo ! Si buscas un lugar diferente , en un entorno precioso , te encantará!

Espectacular.Ideal para relajarte,y conectar con la naturaleza.Al llegar te hacen sentir como en casa.El trato exquisito .
Decoración mirando hasta el último detalle.
Dormitorio rústico de lujo me encanta.
Y eso que acabo de llegar.

Empezaré por la ocasión, se trataba de la boda de mi hija Beatriz.
El hotel ya lo conocimos en 2019 cuando lo acababan de estrenar y nos enamoró. Eugenia cuida todos los detalles con gusto exquisito y conocimiento. A eso le añadimos el trato maravilloso de todo el personal; nos solucionaron todos los problemas que nos surgieron con profesionalidad y, a la vez, con cariño. Los vaivenes de los huéspedes hasta el último minuto, las llegadas a las tantas de la noche, la preboda, el correr del día de la boda con fotógrafos, estilistas, horarios…
Y al día siguiente el desayuno formando corrillo, la comida con su larga tertulia, la cena con los amigos y familiares rezagados, todo con buen humor! Y los menús, siempre preparados con gran profesionalidad, sencillamente deliciosos!
No quiero olvidarme del maravilloso jardín que depara múltiples sorpresas con su reciente incorporación de pérgolas y sus deliciosos recovecos por los que pasear, hacer deporte o sentarse a conversar. El hotel es un auténtico lujo pero sin estridencias.
Muchísimas gracias a todo el equipo y, en especial a Eugenia y a Paqui, su mano derecha. Siempre recordaremos con mucho cariño esos días tan especiales gracias a vosotras.