Santuari de la Mare de Déu de la Salut

Pequeño hostal situado junto a una iglesia. Lo mejor es su privilegiada ubicación, que permite hacer muchas excursiones desde allí sin necesidad de coger el coche. El servicio del restaurante me pareció bastante bueno, con una carta pequeña pero esmerada en calidad. Lo peor es que las habitaciones, aunque no son antiguas, tenían algunas carencias básicas como un armario en condiciones, aire acondicionado, pequeña nevera. Además eran frecuentes los cortes de agua y de luz (la luz se iba cuando había tormentas). Pienso que el precio es alto dada la calidad de las habitaciones y que no están incluidos los desayunos.

La recepción es un poco limitada ya que solo te atienden a partir de las 16h y suele acumularse la gente. Si llegas después de un día en la montaña, se hace un poco tedioso. Independientemente, la ubicación es espectacular. El sitio es muy bonito y tienes justo detrás un sendero que te conduce a diversas rutas de montaña. El edificio es pintoresco y está cuidado y limpio. Las habitaciones son un poco más modernas que las estancias principales, pero igual de bonitas.

Es una auténtica vergüenza que te dejen reservar una habitación familiar y luego llegues allí por la tarde y te digan que solo hay disponibles 2 habitaciones dobles, con lo cual tienes que separarte de tu familia para dormir. La solución que te dan es que nos metamos todos en una habitación y nos descuentan 10€, parece de cachondeo. Una vergüenza. Una pena. Estafa total.

Un paraje espectacular. Llegamos casi a la hora de la cena. Ana nos atendió divinamente, ya nos estaba esperando. Su disponibilidad y explicaciones muy bien. La habitación, para 7 personas, grande y espaciosa. No tiene aire acondicionado pero si un par de ventiladores. Sobre la temperatura, ahora q hace tantísimo calor, depende de a quien le preguntes. Todo muy limpio y al servicio del cliente. No cenamos allí pero si desayunamos. Son rápidos una vez te han tomado nota.
En un pequeño patio, descubrimos un jacuzzi (desconozco si tiene horario). Todo muy silencioso.

Simplemente espectacular, un hostal en medio de la montaña, relajación total, tanto Ana como Rosa nos han atendido estupendamente, muy atentas y serviciales en todo momento. La comida abundante y buena. Lo recomiendo 100%

Santuario de la Virgen de la Salud, sitio de paz, encanto y naturaleza con excelentes vistas al pantano de Boadella y paraje natural ,con hostal bar restaurante con menús diarios y festivos,también justo al lado tenemos la ermita de Santa Magdalena, (que hay que subir por la montaña para visitarla).
También dispone de gran Parking.

La cena exquisita y a buen precio. Carta reducida y seleccionada cuidadosamente. El restaurante se encuentra en medio de un entorno natural precioso, muy recomendable.

Un lugar donde hay que ir, nosotros probamos el arroz, está a muy rico, personal muy amable y el lugar es muy bonito, con muy buenas vistas, si vais en verano os recomiendo el cobertizo/terraza y luego tiene una ermita muy bonita para visitar, no hay problema de parking, aconsejo reservar