Mas Sant Marc

El ambiente es super tranquilo, los empleados muy educados. Si se busca un lugar tranquilo para pasar unos días y desconectar es el sitio perfecto. No le pongo las 5 estrellas porque por desgracia no pude probar la comida aunque la cocina se veía impoluta

Bonito y encantador lugar.
Nos ha encantado este bonito hotel y todo su vegetación que te llega a envolver. Está a las afueras de Puigcerdá, requisito indispensable para desconectar y estar totalmente ausente de el ruido de los coches. El lugar es muy muy bonito, con muchísimo historia y bonita decoración.
El restaurante es también bonito y el servicio es correcto.
Muy recomendable si lo que quieres es desconectar del mundo.
Tienen hipica y campo de golf.

Casa rural histórica y muy bonita en un entorno muy tranquilo con caballos cerca de Puigerda. Disponen de habitaciones y casitas. Hemos estado en una casita con seis habitaciones y 4 baños. los baños correctos a pesar de tener unos 20 años. Las toallas tienen un olor desagradable. Los colchones son muy blandos y con efecto bañera. La cocina está bien equipada pero la limpieza de la casa es superficial y está llena de polvo.

Me ha gustado desde primera vista! Muy acogedor,limpio,grande! Habitaciones muy bonitas!Desayuno riquísimos, Silvana que nos servio el desayuno muy simpática y sonriente ☺️
El olor aromático bonito en hotel 🙌🏻
Cada detalle es impecable! Me sentí como en casa .
Volveré para sentir esta sensación especial navideña 🎄

El lugar es perfecto, lo suficientemente lejos de Puigcerdà, para estar tranquilo, y lo suficientemente cerca para ir andando hasta Puigcerdà, que llegas en poco más de 10 min. Fuimos hace dos días a pasar una noche, Las habitaciones son perfectas, no pasas frío ninguno, las camas son muy cómodas, y la atención del personal, simplemente perfecta. No hay nada que pueda decir en contra. Volveremos

De hecho hay que considerar todo el entorno para valorar este hotel rural. El hotel en si es un magnifico caseron repleto de detalles decorativos que te sumergen en una època antigua ; las habitaciones son  espaciosas y decoradas con buen gusto. El comedor y los espacios comunes con hogares a los que no les falta el fuego contribuyen a proporcionar una sensación de calidez. En el exterior un inmenso terreno poblado de árboles centenarios donde varios asientos te invitan a la lectura, contemplar los caballos o darte un chapuzon en la piscina. El restaurante ofrece una carta no muy extensa pero muy bien elaborada y de alta calidad. Un rincon de calma a 10 minutos, en coche, del bullicio de Puigcerda. Toda una experiencia que justifica, a mi entender el precio demandado

Genial para desconectar y disfrutar de la naturaleza.
El hotel ofrece muchas actividades para hacer, repetiremos seguro.
El personal tanto de recepción como en el restaurante un 10.

Es todo tan bonito ❤️ servicio súper agradable y ubicación tranquila cerca del centro. Al lado de una hípica.