Hostal Pastuira

Un lugar idílico, en Joan i en Josep propietarios del hostal, siempre atentos con los clientes, las habitaciones del hostal son para seis personas con literas, hay dos chalets para siete personas cada uno y otro edificio para doce, la comida, espectacular, y siempre bien recibido

A escasos metros de la estación de Vallter 2000. Hemos estado una noche, el bungalow era muy cómodo con todo lo esencial, muy buen trato del personal, gracias a Josep por resolver todas nuestras dudas y hacer nuestra estancia más placentera. La ubicación y las vistas hacen el lugar perfecto para un retiro durante todo el año, y en temporada el lugar perfecto para deportes de nieve. Además, nos dejaron salir a la hora que quisiéramos, sin cargos adicionales. Un lugar para repetir.

El trato es inmejorable!! Un 10! La cena y desayuno también excelente, es un sitio muy acogedor, recomendable. Las camas podrían ser mejores, esa es la única pega

Hostal tipo albergue en la cabecera del río Ter con posibilidad de muchos senderos de montaña entre ellos el GR11 y posibilidad de subir a las mejores cumbres de la zona.
Muy buena comida, trato amable y cuidado.
Camas y colchones muy limpios y buenos. Buena ducha.

Excelente ubicación, ambiente familiar y buen trato. Por aquí pasamos cada verano con la Transpirenaica para iniciar nuestra cuarta etapa desde aquí hasta Nuria, rumbo al Cantábrico. Este año fue en septiembre, el año próximo quizás en agosto.

Acogedor, las vistas preciosas, y un equipo servicial. Estar a 2000m y a 3 km de las pistas de esquí, no tiene precio. ¡Recomendable!

Resumidamente: "El sentimiento de visitar a la familia".
Tranquilidad, paz, comida casera (opción vegana), buen trato tanto por el propietario como por parte de los peludos que guardan el territorio...
Las instalaciones tienen una sencillez cautivadora; una zona común con chimenea y unas vistas que enamoran, los bungalows te ofrecen privacidad y autonomía.

Ahora mismo, sé que si tengo la oportunidad de volver por esta zona volvería a repetir la experiencia en este sitio.

Sentarse de cara a la montaña, sentirse pequeñito, respirar hondo y llenarse de todo.

Me encanta, lo recomiendo y recomendaré.

Es un hostal de alta montaña. Está ubicado en un paraje sensacional. Los suministradores son muy amables. Se come muy bien. Eso sí, no olvides llevar tu saco de dormir y toallas