EL CASTELL Hotel Rural

Un lugar súper grande y muy bien cuidado y tranquilo. Las dos personas que lo llevan son súper agradables, un 10. Hay muchos gatos súper cariñosos. Repetiría sin duda!!

Un sitio muy bonito donde desconectar del estrés diario, Montse y Quico, los propietarios, muy amables y cercanos, te hacen sentir en confianza en todo momento. Si buscas relax y desconexión es un lugar perfecto, volveremos en verano para probar la piscinita!

Un lugar precioso para unos días de descanso pero también muy bonito para organizar celebraciones pequeñas (50-100 personas). Nosotros celebramos una fiesta con 50 amigos en los jardines de El Castell y quedó espectacular. Además, el propietario es muy amable, servicial y flexible. Definitivamente es muy recomendable!

Lugar con encanto y una energía especial. Al pasear por las estancias o por su jardín, al comer en el salón, parece que estás viviendo en otra época. Se puede desconectar totalmente si es lo que quieres. La comida es muy buena, transmite la sencillez de la comida casera y al mismo tiempo es una explosión de sabor, un disfrute para el paladar. Gracias Montse y Kiko, grandes anfitriones. Nos veremos pronto.

El lugar es perfecto, el apartamento muy kuki con mobiliario rústico antiguo muy bien cuidado. Estuvimos dos noches para buscar tranquilidad y acertamos totalmente. Seguramente repetiremos. Los propietarios muy amables y atentos, son gente muy familiar. La cena q nos prepararon estaba muy rica, recomendable 100%

Hemos pasado un fin de semana fantástico en familia. Las habitaciones son preciosas, la comida deliciosa y abundante y los dueños son encantadores, hacen todo lo posible para que te sientas como en tu casa. Repetiremos seguro.

El sitio muy bonito y con un encanto especial, perfecto para ir un fin de semana en pareja. La habitación exterior ideal a pesar del frío que hacía fuera, todo reformado y muy limpio. Los propietarios muy atentos y amables.
Volveremos.

Fuimos mi pareja y yo a una "escapada" y terminamos encontrándonos no sólo con la naturaleza sino con la buena energía y buen rollo en "El Castell". Sólo puedo puntuar esta experiencia como "excelente": la atención de Montse y Kiko (anfitriones dedicados, currantes y con trato personalizado al cliente) han marcado la diferencia, la habitación-bungalow que nos tocó fue acogedora y deslumbrante (despertar con los sonidos de la naturaleza y con el olor a montaña no tiene precio), la comida casera de Monse, la piscina con jacuzzi... todo, todo fantástico! Es un lugar de descanso para desconectar, para literalmente escapar de la ciudad y la ventaja: tienes a mano izquierda el camino a la montaña y tienes a mano derecha el camino a la vida de pueblo, tú puedes decidir! Leed bien este review y quedaros con que "El Castell" es un reencuentro con la vida tranquila y real, el postureo se puede quedar en vuestra ciudad. Lo recomiendo y volveremos muchas veces más. Gracias por todo.