VILA CAELUS MASIA BOUTIQUE

Gracias Jose y Frank por compartir vuestro trocito de cielo. Excepcional todo.... El lugar, la casa, la decoración, la comodidad de las habitaciones, vuestros perros y gatos, vuestra atención, la comida, todos los detalles... Cuando a lo que uno se dedica, sale del corazón, se transmite en todo lo que hace. Todo maravilloso. Fui con mi hija de 16 años y verla tan feliz fue un regalo para el alma. Gracias, gracias, gracias. Sin duda volveremos. Un abrazo

Sin palabras, es la segunda vez que nos alojamos con pocos días de diferencia y la verdad que deseando planificar la siguiente escapada. Mil gracias Fran y José por hacer que nuestras vacaciones hayan sido tan especiales.

Masia del siglo XVIIII completamente restaurada escondida entre colinas. El servicio y las instalaciones son exquisitas asi como la comida y la amabilidad y simpatia de los propietarios. Una grandísima experiencia.

Una maravilla de lugar, la definición misma de qué debería ser todo alojamiento boutique, con muchísima personalidad. La comida, cocinada por Frank, uno de los dos dueños, increíble, y tan solo se supera por la atención del propio Frank y de José, que se desviven porque la estancia sea lo más perfecta posible.

Vila Caelus sólo tiene un problema: llega el momento en que tienes que volver a casa y dejas atras a Fran y Jose que son unos anfitriones encantadores, amables, atentos en todo lo que necesites. Con el trato que recibes se nota que viven y disfrutan con lo que hacen. La casa es preciosa, decorada con muchos detalles cada uno de ellos en su lugar. Y todo limpio, muy limpio. La comida deliciosa con platos muy bien elaborados. Ir a comer fuera es un error. El desayuno también es delicioso.
En el exterior sólo hay silencio porque para mi el canto de los pájaros que oyes forma parte de ese silencio que te relaja al lado de la preciosa piscina. Y en un entorno en medio del bosque.
En fin, que no quieres irte. Pero, por otro lado, te alegra saber que volverás. Porque te aseguro que quieres volver...

Acabamos llegar a nuestra tierra de esta espectacular Masía. Fran y Jose son increíbles. Nos acogieron es su casa como si fuera la nuestra. Su amabilidad, cortesía, su cariño como si de años nos conocieran es digno de valorar y admirar. Esta masía tiene encanto y ellos le ponen el broche que para valorarlo nos faltan estrellas. Dejamos a dos personas increíble que nos han dejado huella sin duda alguna. Que bonito es encontrarse en el camino a seres tan llenos de luz

He estado en esta masía para celebrar la boda de mi hermana, la cual se hizo en la misma masía. Los dueños nos ayudaron en todo momento, el trato que recibimos por parte suya y de sus ayudantes fue increíble.
La masía es preciosa, las habitaciones impresionantes, cada una con su estilo y aroma. Sin duda es un lugar precioso y mágico.
Y la comida, sin palabras.
Tanto el lugar como los chicos, de 100.

Un lugar en el que se respira pura paz. La cena y el desayuno deliciosos y la atención al cliente con mucho mimo y detalle. Un alojamiento totalmente maravilloso para una ocasión especial.