La Posada de las Cigueñas

100% recomendable. Hemos pasado unos días en Jerez de los Caballeros y el alojamiento en esta posada ha sido perfecto. Nos hemos alojado en la habitación con cuatro camas y un baño enorme, es muy espaciosa y estaba todo muy limpio. La terraza es magnífica y, la piscina, en plena ola de calor una bendición. Mónica es una persona muy amable y cercana en el trato. Si volvemos, la elegiremos sin duda alguna.

Amplia habitación con terraza. Una agradable piscina, que se agradece con el calor. Mónica y su marido encantadores y serviciales. El hotel tiene encanto con restos del antiguo molino en las instalaciones. Situado en un pueblo precioso con bonitas vistas y sin ruidos. Repetiría, sin dudarlo.

Un sitio maravilloso, Mónica encantadora, recomiendo el lugar todo estupendo, me ha sabido a poco pero ha merecido la pena, sí podéis ir a Jerez de Los Caballeros, no dudéis en alojaros en La Posada de Las Cigüeñas.

Espectacular con unas vistas y unos atardeceres unicos. Habitaciones grandes y preciosas. La atención personalizada y detallista al maximo. Volveremos

Nos sorprendió de forma agradable tanto el alojamiento como la atención de Mónica, !!!!De 10!!!.
Amables y cordiales en todo momento, dando solución a todas las dudas.

Muy buen sitio.Muy cuco y trato inmejorable.

Fantástico sitio para comer en familia o amigos. He estado varias veces con mi familia y el trato ha sido siempre agradable y cercano. El servicio es rápido y los platos en general tienen una gran calidad. La carne de retinto que ofrece la carta está exquisita, muy recomendable. El comedor interior es un gran salón de bóvedas altas que formaba parte de un antiguo convento. En resumidas cuentas, es un restaurante tranquilo y acogedor, donde disfrutar de una buena comida.

Comida casera muy buena por solo 12,5 € que es lo que vale el menú (también tienen carta y tiene muy buena pinta).
Salón pequeño pero muy acogedor y diferente a lo que puedas estar acostumbrado cuando vas a un restaurante (parece una capilla, pero sin decoración religiosa).
Llegamos con mucho hambre y nos pareció que tardaban un poco en tomarnos nota y servirnos, pero sería nuestras ansias de degustar tan buena y generosa comida.
El trato con el personal fue bueno y se molestaron en preguntarnos al final si había estado todo a nuestro gusto.