Hotel Rural Peña del Alba

Mi pareja y yo hemos celebrado recientemente nuestra boda allí y no ha podido salir mejor. El entorno es espectacular y el trato inmejorable, cuidaron cada detalle y siempre estuvieron accesibles para cualquier duda. No solos nosotros sino que el resto de invitad@s también quedaron encantados.

100% recomendable.

El hotel tiene buena pinta, pero hay una señora que nos atendió por teléfono que deja mucho que desear respecto al trato. Tuvimos un problema con la reserva (nos quedamos tirados con el coche y no llegábamos y pedimos si había manera de no perder el dinero, retrasándolo a otra fecha) y en vez buscar una solución o decirnos que no la había de buenas formas, nos habló de muy malas formas y con muy mal humor, hay gente que no debería ponerse de cara al público

El sitio es precioso, pero para ser un hotel de la categoría que tiene debería mejorar la accesibilidad por la recepción no puede moverse una silla de ruedS y y no hablemos del camino de adoquines, completamente inviable.

Entorno del complejo bellísimo, lo que es la Vera: vistas, sonidos...
Construcción del edificio muy bonito acordé con la ubicación.
Servicio lento en la comida, faltan camareros al juntarse varias comuniones. Habitación con poca iluminación, sin ascensor con las habitaciones en la planta 1....imaginar lo que es con un bebé con silla. No lo recomiendo para familias que estén usando carritos.

Es tan buen sitio que hemos repetido en pocos días.
La tranquilidad reina en el ambiente. La atención al cliente es perfecta. las habitaciones son acogedoras y muy bien decoradas.
Su ubicación hace que sea una base perfecta para descubrir la zona norte de Cáceres. Incluso te alcanza a poder visitar Ávila y Salamanca.
Quiero poner especial énfasis en el trato recibido por Belén. Es una gran trabajadora, versátil y eficaz en cualquier necesidad demandada, a la que da respuesta con profesionalidad y rapidez.
Vinimos por recomendación de una amistad y fue todo un acierto.

Sencillamente estupendo. Hotel
Precioso, en un enclave apartado, silencioso y en un entorno bellísimo, propio de la mejor Extremadura. Decorado rústico per con regusto boutique-moderno. Habitación amplia y con las comodidades básicas necesarias, como las tomas de puntos de luz para enchufes, q en muchas ocasiones faltan en hoteles de corte rural. Por ponerle un mínimo pero, las maderas del suelo crujen discretamente al caminar, lo cual si bien le confiere un carácter cálido y hogareño, desconozco si se transmite a las habitaciones aledañas (nosotros no escuchamos nada proveniente de las adyacentes). El restaurante, muy coqueto, con luz tenue perfecta para una cena y con un servicio magnífico, siempre dispuesto a atender las necesidades del cliente (como por ejemplo convertir el aperitivo en plato principal, a petición del Cliente. Las viandas muy sabrosas, abundantes y extraordinariamente presentadas. Copas generosas y con gran variedad, q se disfrutan aún más sentados en los sofás del salón adyacente. Y sin presión alguna por la hora por parte del personal, siempre colaborador, empático y tomando la iniciativa. Un gustazo. Enhorabuena y muchas gracias x la experiencia. Confiamos en repetir pronto. Un abrazo

Magnífico hotel, en un entorno maravilloso, en plena naturaleza. Personal muy atento, especialmente Antonio , que atiende el buffet del desayuno

Paramos por casualidad y resultó ser un descubrimiento! El hotel es precioso y muy tranquilo, perfecto para unos días de relax. Buena atención, decoración y jardines preciosos. Probamos el restaurante y la comida estupenda.
Otra cosa que nos gustó es que tienen habitaciones para familias (2 adultos y 2 niños). Repetiremos!