Hotel Restaurante Pazo do Castro

Todo el entorno así como el edificio, en perfecto estado. La decoración muy ajustada al edificio.
El personal muy atento y la cómida sabrosa, eso sí con media pensión los platos que nos ofrecieron para elegir eran prácticamente los mismos que los del menú de la comida.
En cualquier caso, muy recomendable

Hemos estado en varias ocasiones tomando algo en la terraza y es un lugar muy agradable. Por dentro es una preciosidad y el entorno igual. No nos hemos hospedado en el hotel, pero desde luego pinta muy bien. Zona muy tranquila.

Interesante y precioso pazo con su antigua decoración y agradable piscina. Fallo por el ruido de la gente en la terraza de la cafetería que hay justo abajo en el caso de esta habitación, pintura del techo a reparar. Buen desayuno.

Se trata de un pazo de ciertas dimensiones en el que han preservado casi todo lo original en cuanto a mobiliario, decoración y remates del propio edificio. Es como entrar en un ambiente del pasado pero en el presente. A quien le guste la etnografia y lo antiguo este sitio es ideal.
Cuenta con jardines en su entorno y es uno de los establecimientos de referencia para convites en la zona.

Maravilloso.
Es la segunda vez que vamos y volveremos. Además ofrecen una variada carta de platos en el restaurante. Desde la hamburguesa Premium, exquisita, hasta platos más sofisticados, postres caseros muy ricos y cócteles, yo me atreví con un mojito y le pongo un 10. Las habitaciones son amplias y con instalaciones modernas en buen estado, conservando ese típico estilo rústico de Pazo. La atención es muy correcta, pedimos que nos hicieran una pequeña reparación (una puerta que chirriaba) y lo arreglaron enseguida. Volveremos.

Me encanta este Pazo, pero creo que sería perfecto si mejorasen un par de cosas.
Comimos el otro día y la terraza estaba llena de mosquitos que caían en las mesas, caían muchísimos, no entiendo como no tienen algún tipo de sistema para evitar esto, es realmente desagradable comer así.
Por otra parte el menú del día es muy caro para lo que ofrecen, pedimos una fajita de pollo de primero y entrecot de segundo, la presentación horrible, unos nachos industriales y guacamole oxidado, el postre se supone que era con helado de melón y nos trajeron helado de frutos rojos no pasa nada pero al menos se debe de decir.
Son pequeños detalles que marcan la diferencia!

Estoy sorprendido. Me precio de conocer Galicia por mi trabajo de comercial pero esta ha sido una enorme sorpresa y muy agradable, por cierto. Edificios restaurados con gusto exquisito, carta soberbia, bodega para todos los bolsillos, atención detallista, probablemente por sus comedores pequeños, lugar para pasarse un fin de semana largo con cámara fotográfica al cinto y tarjeta de memoria grande.
Aunque es caluroso en verano, la brisa suave y constante durante el día alivia mucho. Además de las sombras naturales de los árboles, añaden otras artificiales con lonas. Para una fiesta familiar inolvidable, incluyendo habitaciones, silenciosas, por cierto.
Saliendo desde O Barco hacia Ponferrada, procurar no saltarse el cruce con el indicador porque las líneas contínuas en Galicia son muchas y largas.

Ambiente y lugar muy agradable. La comida correcta bien cocinada y el servicio también.