Parador de Pontevedra

Siempre nos gusta alojarnos en paradores pero este deja mucho que desear ,aunque tiene excelente emplazamiento en el centro de la ciudad y está en el Camino De Santiago.
Personal poco amable en recepción y habitaciones casi sin iluminación y viejas(que no es lo mismo que antigüas) y precio elevado para la calidad de las instalaciones.
No lo recomiendo.

Estar en Palacio del Siglo XVI no tiene precio. El edificio es, simplemente, impresionante.
El Parador está en una ubicación perfecta que permite el acceso rápido al centro de la ciudad, con aparcamiento privado que lo hace cómodo, tras un acceso imposible sin gps.
La habitación era muy amplia y tenía unas muy bonitas vistas a los jardines del palacio que, bajo la lluvia de la ciudad, le daban un romanticismo que te transportaba a otra época.
El mobiliario de la habitación era muy viejo, con una cama muy incómoda y ruidosa que no dejaba dormir. La insonorización de la habitación era muy deficitaria, pues se escucha lo que ocurre en todas las habitaciones de la planta y zonas comunes. No obstante, estaba muy limpia y la temperatura era muy agradable. El baño era pequeño, pero su bañera te permite poder tomar un baño relajante.
El Parador como tal no, pero el edificio te permite sentirte rey y reina por un día, en una ciudad acogedora y con un encanto especial.

Se trata de un lugar con historia y mucho encanto. Tienen un personal atento, agradable y muy servicial. La comida del restaurante es maravillosa, las mejores zamburiñas que he probado. El precio, en relación al servicio y la calidad, es muy bueno.

La verdad es que sigue la misma línea que el resto de paradores que he visitado, habitaciones de época en lugares señoriales, la verdad es que éste en concreto es bastante pequeño más si antes había estado en el de Baiona, (las comparaciones no son buenas) pero aún siendo pequeño la atención es buena, el desayuno es muy completo y la limpieza está bien. Lo mejor para mí de éste parador es su ubicación, esta en un lugar muy céntrico de todo lo más interesante para visitar en Pontevedra, que dicho sea de paso es un lugar precioso para visitar y callejear sin olvidarnos de lo bien que se come allí 👍👍👍👍👍👍👍

Nos hemos alojado en el parador de
Pontevedra durante 2 noches en las cuales ha sido imposible descansar. Primeramente al hacer la reserva a
través de una agencia solicitamos una cuna que no estaba lista a nuestra llegada a las 11 de la noche con un niño pequeño. Solicitamos que nos la pusieran pero nos dijeron que no era posible por tener un problema con una puerta que tenían que arreglar para poder sacar la cuna de donde las guardan así que no pudimos usarla.
Al día siguiente ya nos la habían puesto pero sobre las 3 de la madrugada salta la alarma de incendios durante unos 15 segundos y se apaga. Nadie nos llama ni alerta de nada así que llamamos a recepción bastante asustados para más información y únicamente se disculpan porque el sensor del extractor de la cocina es muy
sensible y ha saltado por error. Intentamos volver a dormir y a los pocos minutos vuelve a saltar la alarma de incendios por unos 15 segundos y se vuelve a apagar. De nuevo nadie nos avisa ni comunica nada así que de nuevo, ya muy preocupados, volvemos a llamar a recepción para confirmar si es una falsa alarma de nuevo o no. Esta vez nos piden disculpas de nuevo y alegan alguien que fumando ha echo saltar las alarmas y cuelgan
sin más explicación. A las pocas horas, 8 de la mañana salíamos de viaje de vuelta así que no descansamos nada debido al susto. Al hacer el check out no solo se sorprendieron al pedir la hoja de reclamaciones sino que no obtuvimos ni una disculpa sino solo excusas como si no fuera con ellos. El estado general del parador y sus instalaciones es bastante justo, grietas en pintura, falta de luz, mala limpieza, camas duras, todo con
bastante desgaste...algo que se suele encontrar en otros establecimientos de la misma cadena pero que suelen
compensar con la belleza e historia de sus emplazamientos además de con el buen servicio y atención de sus
empleados, algo que no hemos encontrado en este parador de Pontevedra donde impera la desidia y la soberbia .

El edificio es impresionante, el personal muy amable y la
situación es perfecta. Las habitaciones están muy antiguas y los baños todavía más . Necesitas una rehabilitación urgente

Soy un enamorado de los Paradores. Personalmente me siento muy cómodo en ellos. Éste es un palacete con habitación muy amplia y ventanales al exterior, baño grande y todo muy agradable. El restaurante tiene una buena cocina y el servicio siempre al quite.

La básica 103... Lo que querríamos reseñar es el inexplicable e impertinente trato por parte de Rainier de recepción. Cada vez de las 3 que nos entregó la llave, dicha entrega fue acompañada de la coletilla: la básica 103. Quizá sea política de paradores recordarte la categoría de la habitación que estás pagando. Pero su trato fue displicente con nosotros y adulador con otros. El trato del resto del personal de recepcion impecable. ubicación maravillosa, ruidos internos y externos.