Casa da ponte de Penas

Al sitio no le falta detalle, habitaciones amplias, baños grandes, pero lo mejor el personal, las vistas y el restaurante, no tienen un pero.
Nos quedamos una una noche y porque no había más disponibilidad, el trato es incomparable te hacen sentir que estás en tu casa, tanto el propietario como todos los huéspedes con los que hemos coincidido.
La piscina superagradable no de estas que no te puedes meter porque el agua te congela las ideas.
Buen servicio de bar y el restaurante con una comida de lo mejor que he probado, desayuno sencillo pero con todo lo imprescindible, pero lo mejor de todo, bien hecho, desde el café a la bollería.
Mil gracias a su propietario porque hemos pasado una velada encantadora.
Deseosos de volver a esas jornadas gastronómicas que quiere hacer por el invierno
Y desde aquí también a esos inquilinos, como nosotros con los que fue un placer charlar y con algunos tomar hasta unas copas, el sitio hace que se propicien esos encuentros

Hemos tenido una estancia muy acogedora. La casa está prácticamente nueva y muy cuidada. El personal se ha portado de modo fantástico haciéndonos sentir como en casa. La piscina un lujo. Gracias por todo.

Un lugar mágico, con unos detalles muy bien cuidados, nos alojamos con nuestro perrito y nos atendieron como reyes. La atención es de primera, son cercanos y te hacen sentir como de la familia. Las instalaciones son de alta calidad y aunque no pudimos disfrutar de la piscina si que disfrutamos del entorno que es una maravilla. Si estais haciendo el camino de santiago con perro, o sin él, este es el sitio que os merecéis para descansar. Deseo mucho éxito a sus propietarios.

Mi estancia fue de 10, trato inmejorable con el personal, la habitación muy acogedora y la cama muy cómoda. Si vienes haciendo el Camino de Santiago puedes aprovechar para relajar las piernas en su piscina.
P.d. No te vayas sin probar su chuleta.

La casa es un 10, es maravillosa, bonita, cuidada, nuevo todo, destaca la calidad de los materiales empleados y el buen gusto en su restauración. El ambiente es extraordinario, se respira paz y Fernando, el mejor anfitrión de toda Galicia. Volveremos sin dudarlo.

Es un sitio perfecto para desconectar, además está a escasos minutos de Melide desde donde puedes ir a cualquier lado.
Fernando, el dueño, te trata como si te conociera de toda la vida. Vamos estás como en casa. Las habitaciones, instalaciones y piscina increíblemente limpias y perfectas. Dentro de unos años repetiremos seguro

Es un sitio maravilloso en el que nos hemos sentido como en casa, tanto Fernando, como Irene y todo el personal encantadores y siempre dispuestos a lo que necesites. En plena naturaleza, admiten perro y puede estar en cualquier estancia contigo. La piscina está genial. Hemos disfrutado un montón, volveremos seguro.

Lugar con encanto. Maravillosas instalaciones. Comida muy rica y de calidad. Pero lo realmente importante y destacado es su personal. Desde Fernando y familia a Irene, Carla, Dulce... te tratan como si fueras de su familia. Volveremos!! Piscina estupenda!