Hotel O Cantiño

El restaurante que está abajo, es genial. Muy amables y simpáticos. La salsa que se ofrece para el churrasco está deliciosa.
Comer en la pequeña terraza es una buena experiencia. Muy cómodo y rápido.

La atención pésima llegamos y nos dijeron q no había sitio y tenían varias mesas vacías luego la dueña dijo de mala gana q esperácemos q ya nos atenderian esperamos media hora y cuando se iban los comensales d una mesa preguntamos si nos podíamos sentar y nos dijeron q ya no nos podían atender después d media hora esperando . un sitio al q no pienso volver y la señora supongo q será la dueña muy borde y desagradable y la camarera no se enteraba d nada un desastre de sitio

Cenamos muy bien, comida excelente muy bien preparada y de calidad, todo muy rico, atención cercana y agradable. Opción para todo tipo de comensales veganos y no veganos¡ Recomendable

Atención pésima. Fuimos a comer y tardaron 50 minutos en traernos la comida, más de media hora para la bebida, una bandeja de patatas con churrasco tamaño ración para 5 personas y nos fuimos con hambre. Eso sí, a la hora de cobrar cobraron como si fuera comida para un batallón. Los comentarios de los comensales de las mesas colindantes igual de decepcionantes... No volveremos a ir.

Un lugar recomendable para ir a comer o a tomar algo, y con la playa de Miño a dos pasos para disfrutar después de un paseo agradable.
Calidad precio fantástica. Trabajan muy bien la parrilla, tanto carnes como pescados y la plancha, las zamburiñas están riquísimas.
Luis y Laura, los jefes, muy atentos y el servicio en general muy agradable.
Repetiremos.

Calidad y comodidad no se corresponde con el precio de la habitación.
Baño muy antiguo (estropeada la tapa del wc incluso), la habitación huele mucho a humedad.
Llegamos a una hora que era imposible aparcar, playas demasiado concurridas si buscas desconexión y tranquilidad.
La señora que nos recibió, fue muy amable.

Atencion pesima. Más de una hora para ponernos la comida. Los camareros dejaban mucho que desear, mejor se dedicaban a otra cosa ya que no se enteraban de nada, teniendo mucha gente y como si estuviera vacio, mas lentos que una tortuga. No volvemos ni regalandonos la comida. Y encima caros.

Habitación acogedora, pagamos el plus por baño en la habitación, pero la puerta no cerraba y la cisterna se seguía escuchando cómo cargaba después de bastante rato. A pesar de eso, las camas muy cómodas y todo muy limpio