Hotel Nautilus

Como hotel no se que no estuve pero comimos en el Bar de abajo y súper bien.
La camarera que atiende en las mesas muy amable incluso no reservan mesa pero me dijo que no me preocupara que había sitio seguro para nosotros.
100 por 100 recomendable!!!!

No lo recomiendo para nada. Me alojé en este hotel con mi novio una semana y desde que pusimos un pie dentro todo fue surrealista. La chica de recepción nos da la llave y automáticamente nos cobra la habitación (sin haberla visto previamente) Primer hotel que me cobran al llegar, jamás vi tal cosa. Tras ver la habitación me entraron ganas de irme a mi casa así que en parte comprendo lo de pagar por adelantado, porque imagino que mucha gente escapa de allí…TERRORÍFICO.
La limpieza muy regular (había pelos detrás de la puerta del baño y en la ducha) hasta las toallas también tenían pelos enganchados …de verdad que un horror…
El olor a cañería insoportable…y se notaba mucho más por la noche, alguna vez hasta me entraron arcadas…lo prometo…
Además, la primera noche escuchamos un ruidito en la habitación y resulta que había una cigarra gigantesca detrás del cuadro que teníamos encima del cabecero, estaba entre el cuadro y la pared. Se que son inofensivas pero no os hacéis a la idea del susto que nos llevamos.
Por otra parte, la atención fatal, el personal cero amable, ni los buenos días te dan y como estén haciendo otra cosa, pasan de ti olímpicamente, te dan la espalda y siguen a lo suyo. Pensé en comentarles por lo menos lo de la cigarra pero es que en recepción nunca hay nadie, tienes que irte al bar a buscar a alguien y ya sientes que estás molestando…

¡Otra cosa!! En este hotel, no hay cartelito de “no molestar” . El personal de limpieza te da dos golpazos en la puerta que si estás dormida te levantas como un tiro y tienes que contestarles y decirles que no entren porque si no te entran en la habitación y punto pelota.
Los ruidos a partir de las 9:30 son escandalosos, los dos primeros días, a parte de los gritos y golpes de los de la limpieza, tuvimos una desbrozadora al ladito de la ventana porque nuestra habitación daba como a un jardín privado de los dueños.
Vosotros imaginaros, después de la primera noche con “operación cigarra”, que no dormimos nada claro, a la mañana siguiente, “operación desbrozator” al lado de la ventana!! Y luego golpes de los de la limpieza y a gritos “nooo, estamos aquiiiiii”
De vedad que podéis ver mis reseñas, no suelo poner una estrella a no ser que sea un caso muy sangrante y esto…vamos…para peli de terror…
Yo si queréis vivir una aventura os recomiendo este alojamiento, sin duda no os dejará indiferente, solo apto para valientes.

Nuestra estadía en este hotel de las mejores, por su ubicación la comida y el ambiente familiar Gracias a los dueños , cada vez que vuelva a galicia sin duda me quedaré en este hotel.

El trato,la calidad de la comida,la ubicación y el entorno,la limpieza y la relación calidad precio.Todo muy bien para repetir.

Es muy buen sitio calidad precio. Son amables. Almejas y sardinas frescas he comido riquísimas, buen vino. El pueblo es tranquilo (milagroso para la zona). Habitaciones limpias y sencillas con buenas vistas. Todo bien.

A pesar de sus dos estrellas, la calidad que ofrece es superior. -atención muy esmerada y simpática, buenos desayunos, está enfrente de la playa y sus precios son económicos. Muy recomendable. Estuvimos dos noches, 23 y 24 de agosto, y repetiremos cuando podamos.

Habitación suite recomendable por tener mejor baño.
Vistas espectaculares a la playa

Lo único bueno del hotel es que está en primera línea de playa, viendo la habitación y el servicio hasta el precio que consideraba una ganga me parece caro. Desde que llegué a mi mini habitación decorada como si estuviésemos en 1980 en el baño había dos vasos de plástico detrás de el lavabo y ahí siguen aunque han venido a limpiar en dos ocasiones la habitación. Sólo he comido un día en el hotel y no lo recomiendo, el precio es caro a comparación de otros de los alrededores y pedí unos chipirones que no estaban limpios (ignoro si a la gente que no es de aquí le pasa desapercibido, pero no resulta agradable comer algo con asco teniendo que quitar de su interior las partes que deben limpiarse). Lo usaría de nuevo para dormir por la cercanía a la playa y el precio.