Albergue Santiago KM0

El albergue está nuevo y Muy bien, creo que cuando hay tan pocos baños para tanta gente, y que el perfil es peregrino y turista (con grandes maletas y que pasan mucho tiempo en el baño), creo que necesitarían más limpieza y más número de duchas. Me tuve que duchar por la mañana porque el día de mi llegada fue misión imposible, todos las duchas siempre ocupadas. La ubicación es excelente. Precio competitivo ya que hay albergues más baratos en el casco antiguo, pero más antiguos y con más problemas.

Jardín muy agradable, habitaciones con literas altas, taquillas y una tabla de madera tapando la parte de la almohada.
La única pega son los baños, algo pequeños e incómodos. No tiene parte de vestuario.
El trato con el personal de recepción ha sido inmejorable.

Le he pedido información para pedir un taxi a primera hora de la mañana y ella misma ha llamado a la empresa para que viniesen a la propia puerta del albergue.

Acabo de pasar allí día y medio y el lugar ,no puede estar en mejor zona, está muy muy limpio, Miguel y la chica son unos encantos! La terraza es muy acogedora y mi habitación era solo de 4 personas y tenías privacidad ya que tenía una tabla por la altura de la almohada, la chica que limpiaba un encanto ,sin duda después de tanto andar este albergue fue un regalo !!! Volvere

Albergue con una ubicación excelente, en una calle céntrica y en la que no se oye nada. Si es cierto que pasamos algo de frío al medio día, debido a que encienden la calefacción sólo dos horas por la tarde. Camas cómodas y habitaciones con espacio, taquilla cerrada para dejar tus cosas y la habitación tb con llave de cierre. Un patio súper chulo y zona de estar cómoda. Tiene lavadora y secadora. La chica que había en recepción era un amor, nos trato genial y nos facilito la estancia.

Lindo sitio si viajas en plan albergue y Hostel. El baño muy incómodo, el espacio de duchas es muy estrecho hasta para las más delgadas. Personal amable y dispuesto.

Lo único bueno del albergue es la ubicación. Pasé dos noches en el albergue la primera no dormí nada. En plena ola de calor las habitaciones no tienen ni un triste ventilador y para colmo me dieron una habitación que daba a la calle, por lo que al abrir la ventana para no asfixiarnos el ruido por la noche era horrible. El albergue está enfrente de un garaje de camiones y no paran de entrar y salir en toda la noche, a eso hay que sumarle toda la gente que está de fiesta y pasan gritando. La siguiente noche me cambiaron la habitación a una interior y fue mejor, siempre y cuando no te importe dormir en una cama que parece un nicho y no tengas claustrofobia.

Es un Albergue justo al lado de la catedral, una Antigua casa renovada y acoplada para recibir a peregrinos y turistas. Los cuartos estan muy bien equipados. Tiene un jardín muy agradable desde el que e ven las torres de la catedral. El personal fué muy amable. Estaba todo muy limpio y bien ordenado.

Acabamos el camino y nos quedamos dos días. Ubicación perfecta junto a la Catedral y la oficina del peregrino. Es una vivienda rehabilitada con escalera de madera preciosa y jardín acogedor. Pero sin duda cabe destacar a Laura: es encantadora, dulce, servicial y atenta. Volveremos seguro.