Casa Grande de Trives

Espectacular pazo urbano centenario que guarda reminiscencias de la historia del pueblo y sus propietarios originales (la gestionan sus herederos amable y magnificamente). Tiene variedad de habitaciones y salas en forma laberintica respetando la edificacion original. La sala de desayunos es espectacular, parece sacada de la pelicula lo que el viento se llevo. Gran surtido del desayuno y tiene un patio interior que es fenomenal para pasar la sobremesa nocturna. Recomendable!

Al llegar no nos imaginábamos lo que dentro de esa fachada íbamos a encontrar. Nos hemos trasladado en el tiempo varios siglos sintiéndonos unos auténticos nobles de la época. Es una antigua casa tipo romántica, laberíntica con muchas estancias por descubrir. Hemos dormido en una de las habitaciones mas frescas de la casa y hemos podido descubrir desde tapices o cuadros de hace muchos años hasta una pequeña capilla. Nos hemos encontrado totalmente confortables, habitación muy limpia y propietario muy amable.

El hotel es muy acogedor, pintoresco y te sientes como en casa. Alfredo es una persona muy amable, que te ayuda es todo lo que necesites y hace que durante tu estadía en Pobla de Trives se disfrute al máximo.
La decoración del hotel y de la habitación hace que parezca que te has teletransportado en el tiempo ya que todo se encuentra muy bien conservado y bien cuidado.
Gracias Alfredo por toda la amabilidad durante nuestra estadía!!! Sin dudas recomendado al 100%

El alojamiento ha sido muy bueno, tanto la casa, la habitación muy bien, el dueño amabilisimo y el desayuno fabuloso, todo con una atención exquisita. Ha sido un lugar para repetir.

Nuestra estancia fue perfecta!
La casa es una preciosidad, está muy bien conservada y mantiene la decoración, emulando siglos pasados, con mucho gusto.
La habitación y el baño son amplios y todo está muy limpio. La cama y almohadas muy cómodas y la temperatura de la habitación perfecta.
Lugar tranquilo para un descanso asegurado.
El desayuno es tipo bufé muy, muy completo: café, té, cacao, tostadas, pan, bizcochos y pasteles caseros (sabrosísimos), mantequilla, mermeladas, zumos, cereales, fruta, yogures, galletas....
Para completar la excelencia del establecimiento está Alfredo, su dueño, muy amable, siempre dispuesto a ayudar, muy pendiente de que los huéspedes disfruten de su estancia, abierto a escuchar tus sugerencias para mejorar y a saciar la curiosidad que a muchos nos invade cuando visitamos lugares tan especiales como esta casa.
Las visitas a la capilla, el jardín, el patio y perderse por la casa son obligadas.

Nuestra estancia fue excelente. El trato con el dueño muy bueno. Hablamos sobre la historia de la casa y nos recomendó algunos sitios donde comer/cenar en los alrededores. El desayuno muy completo, no le falta detalle y el dueño está pendiente de cualquier cosa que puedas necesitar. La cama y la almohada muy cómodas. Lo recomiendo y volveremos sin dudarlo.

Bien situada, edificio singular, habitaciones grandes y luminosas.
Anfitrion muy amable y servicial

estaba todo impecable.super bien ubicado.
El desyuno espectacular.
Alfredo encatador.
una casa preciosa.
si ten go que poner un pega.pondria que la tv estuviera un poquito más alta.