Pazo da Fraga

por fuera es mu bonito es la antigua escuela de Albeos...

Un sitio precioso un pazo muy bonito

Sitio muy bonito y totalmente recomendable

Entorno precioso, y el pazo es muy bonito, habitaciones muy cómodas, cuidado todo con mucho esmero y detalle. La dueña, Marisa, muy amable y cariñosa, se desvive porque sus clientes se sientan cómodos. Unos días muy agradables.

Antiguo pazo restaurado (más concretamente una torre) como hotel rural. Se mantiene casi toda la estructura de piedra original que unido al espectacular y extenso jardín botánico con el que cuenta, un auténtico placer para los sentidos, lo convierte en un entorno único. Las habitaciones aunque sin muchos lujos, eso sí algo recargadas en cuanto a decoración, son cómodas y silenciosas. En el salón uno puede perderse en la tranquila lectura de los interesantes y grandes libros de los que dispone. El desayuno no es buffet pero es muy variado y está bastante bien preparado por la dueña y encargada de la atención a los huéspedes. La atención la verdad es muy esmerada. Muy buena experiencia si se busca tranquilidad, relajación y descanso en un entorno único

Solo diré que es el segundo año k repito y que repitire cada vez que venga

El sitio es explendido, muy bien situado, y Marisa hace que te sientas como en casa.
Menuda anfitriona!!

Es un pazo muy bonito y tiene una comunicación muy buena, con Vigo, con Orense y con Portugal