La Casona de Albaida

Lo mejor de lo mejor,
Me gusto que grande la casa era con un estilo antiguo y típicas de España un ambientos familiar. Con las instalaciones cuidadas.Los baños y las habitaciones estaban muy limpias y las camas eran comodas tambien.Lo que me encanto era que tenía una terraza perfecto para estar tranquilo juntos con la familia/amigos donde puedes comer afuera o estar abajo del gazebo.Además la ubicación estaba muy perfecto 2 minutos a la estación de tren,tiendas y restaurantes.El dueño era muy amable y siempre está disponible para ayudarte con lo que sea incluso las comidas estaban deliciosas.Excelente trato y calidad buenisima de todo.
Muy recomendables !!!

PARA NO VOLVER, Insalubre lo que no me explico que sanidad no lo haya cerrado . Y los propietarios poco respetuosos estando hospedados entrando y saliendo , nada de contrato todo una farsa no declara nada y hace pagar fianza y luego no aparece el contrato ni la factura todo blanquear..menudo chiringuito

La casa no está mal, las zonas comunes un poco descuidadas, pero la habitación estaba limpia. No hay nada de ruido, así que si lo que se busca es descansar, el sitio está genial

Auténtica Casona, si te gusta las casas grandes, antiguas y típicas está es.
La barbacoa en una especie de terraza cerrada y es un puntazo porque después d comer o cenar te hechas un poco más de leña y se está en la gloria.

Un sitio buenísimo, una familia estupenda me gustaría repetir

Una casa rural con mucho encanto. Nos quedamos con ganas de venir hace tres años por culpa de la pandemia pero porfin hemos venido aprovechando la fiesta de Alcoy de Moros y Cristianos, motivo de nuestra estancia aquí. Enrique y su señora muy amables y atentos y la habitación un conjunto muy romántico entre lo antiguo y lo moderno. Me ha encantado la habitación familiar abuardillada en el segundo piso.

La verdad es que hablar de la Casona cuesta, es un sitio de esos de paso obligado una vez en la vida, desde el minuto cero te encuentras en un ambiente familiar que no había vivido nunca, los dueños de desviven para que tengas de todo, las habitaciones en plan rural y mezcla con otros ambientes te recogen con gusto, el espacio es increíble y el entorno estupendo para estar tranquilo en esta ciudad. La segunda parte es el cómo te tratan, uffffff, llegamos a la hora de la comida y nos ofrecieron su menú, nada de carta, lo que tienen que es de su cosecha o comprado de primera, lo que hay para ese día, increíble, que mano cocinando, asi que decidimos cenar también y, lo mismo nos ofrecieron lo que tenían y elegimos, un pato excelente, una lasaña de espinacas buenisima, verdura parrilla de su huerto, que se nota el sabor a la legua, y la ensalada, sigo soñando con los tomates que saben a tomate.
En resumen, estancia perfecta, comida increíble y trato superior. No dudéis si pasais por la zona en visitarles.

Habitaciones pequeñas y poco funcionales, eso sí, muy limpias. El propietario es amable pero parece un cliente más, el servicio brilla por su ausencia y te las tienes que apañar por tu cuenta, lástima porque si no fuese por esto sería un sitio muy recomendable.