Hotel Meridional

Buena experiencia. Alojadas 2 personas en julio. Restauración excelente, aunque en el buffet desayuno en determinadas horas se agotaba la comida rápido. Por otra parte las bebidas de la media pensión no vienen incluídas y son bastante caras, pero por lo demás muy bien. Personal muy amable, la piscina estupenda, muy buena limpieza, habitación algo pequeña pero para nosotros más que suficiente. Buena ubicación, cerca del centro pero lejos de la multitud. No es un hotel para niños.

Nada, es imposible...
El próximo año íbamos a cambiar de lugar de vacaciones, pero con este hotel no se puede.
Como todos los años que hemos venido todo ha sido perfecto, el grupo humano del restaurante es increíble. Se nota el buen ambiente que hay entre ellos y ese buen rollo lo trasladan al cliente haciéndote sentir como de la familia. Desbordan simpatía y amabilidad y la comida es exquisita con una cocina innovadora y mucha variedad de platos. Destaca la atención en recepción y la limpieza del hotel, así como la ubicación del mismo a 50 metros de la playa con unas preciosas vistas. Muchas gracias a la directora por el detallazo del último día, así se conservan clientes. En fin lo dicho, volveremos otro año más a disfrutar con vosotros de unos días de relax y descanso. Un saludo y muchas gracias por todo 😊

Hemos estado este fin de semana y la verdad es que es Justo lo que íbamos buscando tranquilidad y desconectar nada más entrar en la habitación nos habían dejado un detalle de bienvenida nos encantó.Es un hotel muy bonito en la habitación que estuvimos era algo pequeña pero muy bonita y lo más importante la cama muy cómoda para poder descansar, nos encantó el jacuzzi con esas vistas al mar y por último el restaurante la comida excelente no esperábamos que estuviera tan buena y tanto camareros como las personas que estaban en recepción el trato fue muy bueno . Muchas gracias por todo volveremos seguro

Hemos tenido un fin de semana muy bonito .
Excelente comida con buena presentación y sabores de chefs.
El trato del personal muy amables y atentos .
En general todo muy bien , volveremos para ver el amanecer desde el balcón

Estuvimos en este hotel en el puente de todos los Santos. La experiencia fué buenísima. Fuimos en pareja, el hotel es perfecto para descansar pues no hay ningún ruido, está frente al mar con vistas espectaculares. La limpieza es perfecta, no falta ni un detalle en la habitación. Recomendamos coger las comidas en el hotel pues la cocina es buenísima. Gracias a Maite, la camarera que siempre nos atendía, muy profesional, atenta a todos los detalles y muy amable. Hay bastante personal en el restaurante, lo cual se agradece.
En resumen, ellos hicieron un puente de 10.
Repetiremos con toda seguridad en este hotel.

Solo hemos ido a tomar algo al bar de la azotea (Sky bar) que se puede subir aunque no estés alojado en el hotel.
Está muy chulo, unas vistas muy bonitas gracias a que las casas que hay delante son bajas y se puede ver todo superbien. 7,1€ por dos tercios.

Hotel no muy grande pero muy acogedor. Perfecto para una escapada. Ubicación perfecta, en primerísima línea de playa.
Las habitaciones no son muy grandes pero están llenas de detalles que las hacen comodísimas. Todo muy limpio.
El desayuno buffet buenísimo. Variado y con productos de excelente calidad (zumo natural, buen jamón, buena fruta ..).
La comida de sus dos restaurantes también es excelente, tanto los arroces de Él Jardín como el menú fusión de Ñam.
Y por último el personal. Todo el mundo muy profesional y súper amables.
No podemos decir nada malo, solo que volveremos!!

Tengo pensamientos muy diferentes acerca de este hotel, porque tiene tanto ventajas, como catastróficas desventajas
Empezando con lo bueno:
Esta muy cerdita a la playa. Hay muchas plazas de parking público, así que no habrá que pagar 18€ por noche por el parking privado del hotel.
El diseño del hotel es muy de moda. Suena una música súper agradable, me encanta. Las habitaciones son grandes, cada una tiene balcón, con vista directa o lateral al mar. En las habitaciones hay hervidor con café y te, frigorífico y todo lo esencial, con varias almohadas. Las camas muy cómodas.
Los desayunos son impecables - todo muy rico. No te hace falta los croissants, pancakes, zumo de naranja natural, jamón, quesos, varias frutas, hay de todo para combinar lo que quieres.
Ahora de malos:
Se considera como hotel Spa, pero no tienen spa! Solo disponen de un djakuzzi pequeño por el que piden 16 euros por media hora.
No hay nada gratis, tampoco las bicicletas. Son 15€/día el alquiler, pero no tienen las bicicletas, hay que pedirlas de antemano.
Si coges la media pensión puedes elegir entre comida o cena. Aunque no te dicen, que las bebidas no están incluidas. Funciona como menú del día. Entrante, plato principal y postre a elegir y nada más, no es como el desayuno de tipo buffet. Bebidas aparte. Pero si que platos muy ricos.
El personal podría ser más amable. No digo nada malo, aunque me quedé con la sensación que están muy cansados con todos los huéspedes y su trabajo.
Al pedir una copa (vacía) a la habitación dicen que no lo pueden hacer, sin explicaciones. Eso para la primera vez en mi experiencia de viajero, un shock.
Otro problema: El ruido es el problema más grave de este hotel. Las paredes parecen ser de 1 centímetro, porque oyes no solo a los grupos borrachos que obviamente siempre hay en los hoteles hasta la madrugada, sino los diálogos de las parejas de las habitaciones cercanas y puedes incluso hablar con ellos.
Si su habitación es encima de la entrada al hotel - Mis felicitaciones - el ruido de huéspedes llegando en coches es otra locura. A las 1:30 de la noche llega el camión para recoger la basura - es una locura. Y anoche, durante toda la noche sonó la alarma de alguna de las casas cerquita y nadie hizo nada! Una noche arruinada sin descanso