El corazón de la Pernía es, sin duda, la peña Tremaya. Allí vivieron el conde Munio y la condesa doña Elvira.
Tremaya se encuentra casi en las faldas de dicha peña y recibe su mismo nombre. Cuenta con una iglesia que en su tiempo fue muy concurrida, hasta el punto de estar completamente llena cada domingo. Contaba con un altar que ocupaba toda su parte frontal. Hoy nadie sabe donde quedó.
Tremaya se encuentra casi en las faldas de dicha peña y recibe su mismo nombre. Cuenta con una iglesia que en su tiempo fue muy concurrida, hasta el punto de estar completamente llena cada domingo. Contaba con un altar que ocupaba toda su parte frontal. Hoy nadie sabe donde quedó.