Hermosa iglesia románica de unica nave en sillería de granito en su conjunto. Destaca su torre campanario a los pies del templo, y en su parte superior se abren dos vanos en arco de medio punto en sus muros este y oeste, y un vano a cada lado norte y sur. Sus dos contrafuertes laterales soportan sendos arcos de medio punto. Se pueden ver la utilización de materiales de otros orígenes cómo la estela funeraria romana en uno de sus laterales. En su interior austero carece de retablo dado el expolio sufrido a mediados del s. XX. Se conserva, entre otras, la imagen policromada de San Blas como patrón de la localidad y la de San Juan Bautista.
También puede apreciarse lo que fuera el cementerio extramuros anejo, sito al este del templo formando parte del pequeño promontorio sobre el que se levanta el conjunto.
Dicho cementerio fue trasladado un centenar de metros al lugar ocupado por la Ermita de el Santo Cristo (solo se conservan parte de la fachada con sus vanos cegados y el muro sur) junto a la antigua calzada romana que unía el limes del Duero con Ledesma.
En su interior austero carece de retablo dado el expolio sufrido a mediados del s. XX. Se conserva, entre otras, la imagen policromada de San Blas como patrón de la localidad y la de San Juan Bautista.
También puede apreciarse lo que fuera el cementerio extramuros anejo, sito al este del templo formando parte del pequeño promontorio sobre el que se levanta el conjunto.
Dicho cementerio fue trasladado un centenar de metros al lugar ocupado por la Ermita de el Santo Cristo (solo se conservan parte de la fachada con sus vanos cegados y el muro sur) junto a la antigua calzada romana que unía el limes del Duero con Ledesma.