Que la catedral no eclipse estas pequeñas iglesias.
Nombre A.2 años atrás
Echamos muchísimo de menos los sermones y la atención de Don Rubén, ejemplo de sacerdote del siglo XXI: humilde, discreto, no le gustaba nada destacar en su actividad en los medios de comunicación y con unos sermones edificantes. Don Alberto es muy puntual en las eucaristías, con unos sermones muy trabajados y unos horarios de atención pastoral y confesional amplísimos. También es muy accesible cuando está tomando copas en los bares de la localidad. Y no me olvido de la excelente gestión económica de las aportaciones del cepillo. ¡Qué obra tan magnífica la del seminario! Austera, discreta y al servicio de todo el pueblo, en especial de los necesitados.
