Un lugar muy bonito. Permite unas bellas vistas del cañón del río Leza y alguna de sus hoces o curvas encajada entre las paredes. También del pueblo, que tiene rincones y plazuelas con mucho encanto. La subida es empinada, hay que tener cuidado de no asomarse demasiado porque hay algunos barrancos que pueden ser peligrosos. De las cercanías salen senderos hacia alguno de los yacimientos de dinosaurios de la zona y a recorridos senderistas por el cañón.
Jmanxxi 420142 años atrás
La Ermita de Soto de Cameros está dedicada a la Virgen del Cortijo, domina desde su posición elevada todo el pueblo y el paisaje circundante del valle del Leza. La subida se hace desde el puente a la derecha de la panadería, empinada pero no excesivamente. Calcular unos 10 min. Se piensa que ya desde el siglo XII había aquí un pequeño templo, pero la construcción actual es mayormente del XVIII. En su interior el ábside acoge el camarín de la Virgen a la que escoltan las imágenes de San Indalecio y Sta Gertrudis. Por la trasera de la ermita se encuentra el camino hacia las icnitas.
Juanjo Herce Pujol2 años atrás
Ermita de la patrona del pueblo, con mucho seguimiento en la localidad. La subida es un poco dura, pero merece la pena aunque sólo sea por las vistas que se pueden disfrutar desde las eras de detrás de la virgen que son espectaculares. Si se tiene tiempo, desde aquí se puede seguir el camino hacia la que llaman "peña la mora", y a mitad de camino se pueden ver unas losas con huellas de dinosaurios en muy buen estado.
Susana jimenez2 años atrás
Esta ermita está en un lugar privilegiado en el pueblo de Soto en Cameros. En un pueblo cuya característica más destacable es su aprovechamiento en cuesta de la ladera que se cierne sobre el río Leza, la ermita está en el punto más alto de éste.
Por ello, para llegar hasta ella hay que subir por las callejuelas estrechas que serpentean regateando las casas que se van superponiendo.
La subida se hace desde el puente a la derecha de la panadería, empinada pero no excesivamente. Calcular unos 10 min.
Se piensa que ya desde el siglo XII había aquí un pequeño templo, pero la construcción actual es mayormente del XVIII.
En su interior el ábside acoge el camarín de la Virgen a la que escoltan las imágenes de San Indalecio y Sta Gertrudis.
Por la trasera de la ermita se encuentra el camino hacia las icnitas.
Por ello, para llegar hasta ella hay que subir por las callejuelas estrechas que serpentean regateando las casas que se van superponiendo.