Casa Rural, La Caldera Vieja

Trato familiar y cercano. La anfitriona, Silvia, nos aconsejó muy bien sobre los sitios que visitar en la zona y actividades que realizar.
La Caldera Vieja está situada en pleno campo y fue una antigua fábrica de aguardiente. El sitio es precioso y muy tranquilo.
Es fácil llegar si sigues las instrucciones de la propietaria. Hay que pasar un camino de tierra de poco más de un kilómetro.
Merece la pena visitar la comarca minera de Riotinto.

Sitio muy agradable y trato familiar

Hemos pasado una semana genial.Su propietaria Silvia es una persona excepcional.Un besazo desde Barcelona.
Elvira Vila

Un lugar maravilloso. La casa una antigua caldera de aguardiente muy bien adaptado a alojamiento rural con encanto.
Las habitaciones son una maravilla con un mobiliario maravilloso.
La piscina muy muy limpia y cuidada al igual que el entorno
Ideal para desconectar, tener una preciosa experiencia en familia o pareja y visitar las minas y el lugar.

Zalamea es preciosa con buenos lugares para cenar hacer rutas y tener unas vacaciones ideales.
La propietaria te soluciona cualquier duda que puedas tener es muy muy amable.
Venimos enamorados y encantados de este lugar tan mágico

Un lugar ideal para desconectar y relajarse, en una zona rural muy tranquila, la casa principal y las habitaciones para huéspedes están decoradas con mucho gusto y detalle, tiene una piscina estupenda y zona de hamacas para tomar el sol, Silvia te asesora encantada en todo lo que necesites. Aspecto negativo: la casa se encuentra a un par de kilómetros del pueblo Zalamea la Real por una carretera sin asfaltar, de tierra y piedras, donde tienes que ir muy muy despacio para evitar daños en los bajos del coche.

El alojamiento es un espectáculo. Las casa son verdaderas gozadas, el sitio es muy bonito y tranquilo, y los desayunos, preparados in situ por la dueña en la cocina principal, son de 10.

Las mermeladas caseras son para recordar.

Como alojamiento base para salir con el coche cada día y hacer diferentes rutas, es recomendadísimo. 100%.

El pueblo (pedanía, más bien) donde se ubica no tiene nada que ver, y el acceso es un poco abrupto (al menos unos 4 minutos por un sendero con varios baches). Pero reitero: merece la pena.

Las casitas son muy bonitas y acogedoras, el entorno muy bonito y tranquilo , ideal para desconectar de la ciudad. La dueña muy atenta y encantadora , la recomiendo

El alojamiento en el Hotel La Caldera Vieja ha estado muy bien, son apartamentos rústicos muy bonitos y con todas las comodidades. Los propietarios son muy cercanos y trato muy agradable.
El único fallo es que hizo mucha calor y no tenía aire. Pero por lo demás estupendo quien quiera desconectar y relajarse este es un gran sitio.