Patio de Comares
Palacio Nazaries, La Alhambra, C. Real de la Alhambra, s/n, 18009 Granada, España
4.8
143 reseñas
8 comentarios
5CG6+V4 Granada, España
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Lunes: Cerrado
Martes: 8–20
Miércoles: 8–20
Jueves: 8–20
Viernes: Cerrado
Sábado: Cerrado
Domingo: 8–20
Martes: 8–20
Miércoles: 8–20
Jueves: 8–20
Viernes: Cerrado
Sábado: Cerrado
Domingo: 8–20
De este patio es característico como se refleja el palacio en el agua de la alberca.
No es que lloraras por no haber sabido defender a esta maravilla, llorabas porque eras consciente de que no volverías a ese maravilloso Paraíso en la tierra, del que habías disfrutado hasta ese momento.
Lo recomiendo .
Hacía tiempo que había perdido de vista a Antonio porque yo estaba distraído tomando fotos de casi todo lo que veía, incluso bordeé el patio por el Oeste hasta el lado Sur donde vi una puerta de rejas de hierro cerrada, miré escaleras arriba hacia donde me dirigía la luz, y descubrí que era el Palacio de Carlos V. ¿os acordáis de que hablé de ello en la página anterior? Pues misterio revelado. Una vez que estaba en el lado Sur del patio tomé unas fotos con el sol tapado por las nubes, miré hacia atrás y vi que Antonio estaba sentado en un banco contemplando el panorama y a mí. Afortunadamente salió el sol y pude sacar otra excelente foto.
En el lado norte encontramos la mayor sala de toda la Alhambra, el Salón de Embajadores, antiguo saló del trono. Esta sala se encuentra cobijada dentro la Torre de Comares, que con sus 45 m. de altura es la mayor de toda la fortaleza. Para llegar a ella, y tras atravesar el pórtico encontramos, en primer lugar, la sala de la Barca, con hermoso techo de madera, copia del original que ardió en un incendio en el siglo XIX; como nota curiosa decir que, tras la puerta que se abre en la parte izquierda de esta sala se encuentra la letrina del palacio, no visitable. Saliendo de la sala de la Barca, en el espacio entre ésta y el Salón de Embajadores, podemos ver, a la derecha, un pequeño oratorio, probablemente reservado para el Sultán.
Llegamos ya al Salón de Embajadores, envuelto en una relajante penumbra. La iluminación nos llega de las ventanas presentes en los camarines que se abren en las paredes, tres por cada muro. En la central, frente a la puerta, era donde se situaba el trono y es la más ricamente decorada. A mayor altura una serie de ventanitas caladas iluminan el bello techo de madera, que representa los siete cielos del cosmos islámico que recorre el alma del creyente hasta encontrar a Allah. De nuevo en el patio, seguiremos la visita por una habitación del lado este, que nos comunica con el Palacio de los Leones. Esta comunicación es moderna, ya que antiguamente estos dos palacios no estaban comunicados directamente.
El Patio de Comares o de los Arrayanes toma su nombre de los grandes macizos de esta planta, también llamada mirto, que bordean la alberca en sus lados mayores.
Originalmente estos espacios ajardinados eran mucho más bajos y probablemente con mayor variedad de árboles enanos, para que sus copas no sobresalieran en exceso.