Museo Conventual De Las Carmelitas Descalzas De Antequera

Otro ejemplo del inagotable patrimonio histórico de Antequera. Incluso tras haber vivido siete años en la ciudad, sigo encontrando rincones y ángulos nuevos que te despiertan a golpe de monumentabilidad (disculpen el palabro) y belleza. En este caso, el convento-museo-colegio de estilo barroco juego hábilmente con un frontal amurallado, siguiendo el espíritu de la vecina Alcazaba, con el esplendor detallista del interior.
Se puede acceder subiendo desde la Carretera del Dolmen o mejor aún paseando por la Alameda y la Calle Estepa con parada obligatoria en la Iglesia de San Sebastián. Tras visitar el museo, la Alcazaba y la Colegiata están a tan solo 10 minutos, eso sí de cuesta, pero el esfuerzo de ve recompensado.
Hay numeroso restaurantes en las plazas anejas de Viagas y San Sebastián.
Si podéis, y no temes a las multitudes, visita recomendada en Lunes Santo o Corpus

Oportunidad de comprar dulces hechos a mano. Siguen con el antiguo sistema del torno. La religiosa que me atendió muy dulce y amable

Los mejores roscos que he probado en mi vida con diferencia (y hemos probado muchos, nos gusta la repostería conventual), también son deliciosos sus alfajores. Un regalo para el paladar. Viajamos dos horas y media para comprarlos en el torno independientemente de la época del año, de esas cosas que merecen la pena. De verdad, deliciosos.

Muy buen museo

Un poco decepcionante porque me esperaba una visita a un convento y, por ende, al modus vivendi de las monjas... Pero en realidad es una galería de arte sacro donde podemos apreciar pinturas y esculturas de dicha temática, lo cual no está nada mal, pero no es lo q esperaba.

Las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa fundan casa y convento en Antequera en el año 1632, aunque la Iglesia de San José se levantó entre 1707 y 1734.

Del conjunto exterior destaca la portadita de regla del tiempo de la fundación y la maravillosa fachada barroca de la Iglesia de San José. Esta fachada responde al esquema compositivo carmelitano, aunque resulta de un notable paganismo en su iconografía, poco acorde con el espíritu de la Orden. Está realizada en ladrillo magníficamente labrado y tallado, con numerosas aplicaciones de barro cocido que representan un confuso programa decorativo greco-romano de sirenas, tritones, pegasos y mascarones.

La planta de la Iglesia de San José es de cruz latina, de una sola nave y con los brazos del crucero poco profundos. El convento cuenta en clausura con una importante colección de obras de arte, también conocida como el Museo Convento de las Descalzas.

De obligada visita.

Visita cultural obligada si pasas por Antequera. Muy recomendable.