Construcción de 45 m. de altura levantada a principios del siglo XIX que formaba parte de la fundición de San Andrés donde elaboraban perdigones de plomo derretido que se dejaba caer desde su parte más alta. Es considerada la imagen "emblemática" de la ciudad siendo frecuente su reproducción en logotipos, carteles, etc. En regular estado de conservación se erige sobre un promontorio acondicionado como mirador desde el que se contempla todo el puerto. Alrededores algo dejados. Visita y aparcamiento gratuito en las cercanías.
Manuel Galdeano2 años atrás
Sinbolo de la ciudad de Adra y el monumento mas represetativo se construyo por el 1820 y es una de las varias que hubo en la fundicion de san Andres utilzada para enfriar los metales, orgullosa se iza mirando al puerto y testigo de tantos acontecimientos, si bienes a este pueblo pasa a visitarla te lo recomiendo
Manuel M. Alonso2 años atrás
Curiosa visita que aúna patrimonio industrial y de la guerra civil, pues aúna la torre dónde se fundían los perdigones y la galería inferior que expulsaba los humos, ampliada posteriormente cómo refugio.
Espanta Pájaros2 años atrás
Pérdida de tiempo
Carla Maria Cuenca Novella2 años atrás
Esta cerrado desde hace meses y no se puede subir a ver las vistas pero buenas vistas desde abajo
Javier Gonzalez-Soria2 años atrás
Situado en el municipio de Adra, la Torre de los Perdigones pertenece a la antigua fábrica de fundición de plomo San Andrés. Trabajó desde 1822 hasta 1840 cuando, con el agotamiento de las minas de plomo de la Sierra de Gádor, dejó funcionar. Su producción descendió lentamente hasta su paralización casi total a principios del s. XX.
Como bien indica su nombre, la fábrica era una fundición más de las muchas que existían en la ciudad y estaba dedicada de pleno a la fabricación de perdigones (tarea que se ejercía en la torre), balas y zinc en plancha para la fabricación de bañeras de zinc, muy famosas en su época. Levantada en 1885, era propiedad de Manuel Mata.
La fabricación de los perdigones se hacía fundiendo el plomo en un horno y, con unos grandes cucharones, se echaba en cribas de distintos calibres (según el tamaño del perdigón). Las ventanas, que dejaban entrar el aire, hacían el resto: por efecto de la gravedad los perdigones caían como lluvia. En fechas cercanas a la Expo'92 se restauró gracias a unos famosos almacenes que subvencionaron la obra y en agosto de 2005 fue nuevamente restaurada gracias al Ayuntamiento.
Juan Antonio Lopez2 años atrás
El monumento más icónico de la ciudad
Leo León2 años atrás
Con la visita al Refugio de al lado y junto al Centro de interpretación de la pesca. Merece la pena verlos. Solo dos horas.
Como bien indica su nombre, la fábrica era una fundición más de las muchas que existían en la ciudad y estaba dedicada de pleno a la fabricación de perdigones (tarea que se ejercía en la torre), balas y zinc en plancha para la fabricación de bañeras de zinc, muy famosas en su época. Levantada en 1885, era propiedad de Manuel Mata.
La fabricación de los perdigones se hacía fundiendo el plomo en un horno y, con unos grandes cucharones, se echaba en cribas de distintos calibres (según el tamaño del perdigón). Las ventanas, que dejaban entrar el aire, hacían el resto: por efecto de la gravedad los perdigones caían como lluvia. En fechas cercanas a la Expo'92 se restauró gracias a unos famosos almacenes que subvencionaron la obra y en agosto de 2005 fue nuevamente restaurada gracias al Ayuntamiento.