Posiblemente durante el S.XVI (nunca con anterioridad) se construye un alfar dedicado a la fabricación industrial de recipientes cerámicos, en un lugar de la ciudad intramuros, pero poco habitado y directamente relacionado con el río Adaja, al que se accedía por el cercano arco del Adaja o San Segundo. La arrabal del Adaja, en estas fechas, era una zona industriosa, donde, por su proximidad al río, se llevarían a cabo las actividades más insalubres y necesitadas de agua: tenerías, tintes, telares, batanes y molinos. Visita totalmente recomendable.
Javier Delgado2 años atrás
Interesante visita al pasado industrial de la ciudad... excelente estado de conservacion...la entrada es gratuíta con los tickets de la visita de la muralla
Giovanni D Amico Ujcich2 años atrás
Cultural è históricamente es un espacio útil de conocer! Es poco lo que se muestra, pero otorga buena referencia arqueológica en lo que a elaboración de la cerámica se refiere!
David G. Sánchez2 años atrás
Es interesante esta instalación para ver los hornos que usaban hace siglos para cocer el barro y hacer trabajos de cerámica, la entrada es muy barata
Molman2 años atrás
Visita obligada, no tiene mucho q ver, pero te explican lo que hay y la historia en la que se desarrolla su construcción.
Rubén Vega2 años atrás
La estancia, es interesante, para saber sobre la cerámica medieval. Pero la persona encargada de la taquilla es impertinente y mal educada. Es entndible la situación actual ante el covid-19 pero el trato recibido por el personal.
María Cano2 años atrás
Los hornos postmedievales fueron encontrados en el 1995. Eran utilizados por alfareros para cocer barro. El recinto tiene paneles informativos muy detallados. El precio es simbólico. Merece la pena verlos.
Sergio MM2 años atrás
Está bien la visita. Un sitio poco conocido de la ciudad. Es un sitio muy sencillo, apenas un par de salas, pero está muy cuidado. Me parece un poco caro 1.5€.
