Iglesia de San Miguel - Museo Parroquial

Bonita iglesia Gótica y gente muy simpática del pueblo enseñando la iglesia y el museo.

Un templo digno de una visita, muy bien explicado por sus voluntarias. Magnífica labor la de estas personas que con su trabajo desinteresado mantienen nuestro patrimonio histórico 👏👏👏👏👏

Una joya perdida en la tierra de Campos, atendido por voluntarios que se desviven por mostrarte sus tesoros. La iglesia y su contenido bien merecen una visita tranquila.

Esta iglesia es preciosa, tiene un museo de piezas autenticas y antiquisimas. Los voluntarios que se ocupan de enseñarla son muy amables y explican muy bien y con mucho detalle las obras.

Visita guiada por voluntarios del propio pueblo!

Iglesia gótica de tres naves y bóvedas estrelladas, construida sobre una anterior de estilo románico.

En el baptisterio hay un museo de esculturas, con dos tallas del XIII y el resto de los siglos XVI y XVII, y dos retablos de las órdenes religiosas, franciscanos y dominicos.

Dos capillas funerarias, una de ellas de los Guerra, con esculturas orantes de fray García Guerra, dominico, que fue arzobispo y virrey de México, y de su sobrino don Diego Guerra que recibió el encargo de crear y dotar la capilla. Para ella mandó construir un retablo cuyas pinturas, de la coronación de la Virgen, la adoración de los Magos y la adoración de los pastores, encargó al excelente pintor de corte Vicente Carduccio.

La otra capilla funeraria fue mandada construir para su enterramiento por don Diego González Quintero, natural de Piña, canónigo que fue de la catedral de Málaga y beneficiado de la colegiata de Antequera. La capilla está dedicada al apóstol Santiago, cuya imagen a caballo en la batalla de Clavijo ocupa la parte central. Las pinturas del retablo fueron realizadas por Juan de Villoldo, mientras las esculturas son obras de Manuel Álvarez y Juan Ortiz Fernández, ambos palentinos, discípulos y colaboradores de Alonso Berruguete.

Es de admirar las excelentes rejas, atribuidas al rejero vallisoletano Francisco Martínez, así como el retablo mayor, barroco, de finales del XVII, realizado por el ensamblador Santiago Carnicero en 1692.

En un muro lateral del presbiterio se puede admirar una copia del lienzo "La incredulidad de Santo Tomás", del gran pintor italiano Caravaggio.

tuve el placer de conocer esta iglesia por azahar del destino y encontrarme en ella con dos magníficas mujeres Guada y Flor, quienes nos mostraron cada rincón nos contaron y contagiaron su amor por la misma, un lugar asombroso ,muchas gracias y hasta pronto.

Impresionante, sobrecogedora, espectacular, bien merece una visita. Cuánto más la conoces más atrae. ¿Cómo es posible que tengamos estas joyas sin el valor que merecen?

Nos la enseñó Juan Jesús, un voluntario. Una iglesia excelente que merece más reconocimiento. Gracias especiales a los voluntarios.