El sitio no guarda más relevancia que la de ser un posible punto de referencia claro para ubicarse en un sector bastante virgen y con ausencia de senderos. Por el camino que desciende por el Río Seco, unas cuadras más abajo de la desviación a Piedras Azules, es posible abandonar el sendero para dirigirse hacia el Norte, siguiendo la curva de nivel, y acceder a la laguna del Majano. Encontrado este lugar se puede seguir una línea imaginativa por donde el sentido común indica y se accede sin dificultades.
