Asador Ezquerra

Un asador normalito. Al igual que su vecino, El Tronky, nada especial. Son locales basicos, sin lujos en los que la especialidad es la parrilla y los pescados frescos básicamente.
Comedor sencillo con manteles y servilletas de papel. El servicio sin más, trato correcto y presentación de los platos corriente.
Si eliges comer en la terraza lo harás al borde de la carretera, viendo pasar continuamente vehículos y sus ruidos inherentes.
La comida bien cocinada y el precio discutible. No es barato para el tipo de local y servicio que ofrecen.

Muy bueno, las sardinas a la brasa son un manjar, las rabas muy ricas, la leche frita un vicio....la atención muy buena.....

Creo que todos los que terminamos aquí es porque el Tronky está completo, pero como alternativa no me ha parecido mal. No tuvimos que esperar y nos sirvieron rápido.

No entiendo tanta queja. Cenamos como se espera de un sitio de estas características, igual que en el restaurante de al lado pero sin esperar 1 hora de cola sin sentido. Buen trato. Buenas sardinas. Mi única pega: las anchoas; es un delito que en cualquier restaurante de Cantabria no sean espectaculares, y estás no lo eran. Pero, insisto, nos gustó la cena y volveremos.

Trato desagradable por parte del personal. El sitio vacío, pedimos unas cervezas y unos boquerones y ninguno de los 4 camareros que estaba nos hizo caso. A la hora de pagar cada uno nos cobraba una cosa diferente.
Si quieres que tu negocio vaya bien, que menos que tengas gente competente detrás de la barra.

El mejor pescado a la brasa de Santander. Recomendado 100x100

Una de las cosas q comí fueron sardinas , Y, no estaban mal pero tampoco para tirar cohetes , mejores las he comido !!!!!!. Lo demás muy corriente. El precio lo tienen elevado dado el sitio donde está ( no hay q olvidarse q se está hablando de un chiringuito en un Pedreña). La terraza esta bien. Y debo decir q tienen muy mal servicio !!!!!!. Sin duda no volveré Y, claro esta q no de no recomendarlo.

Primera vez y última. El local de al lado lleno hasta arriba y éste no, mala señal. La carta escasa y poco original, con las pertinentes y necesarias fotos de los platos (por si acaso no sabes que aspecto tiene una sardina). Las croquetas "caseras" sinceramente no me lo parecieron. Las rabas sin más, un rebozado pobre y aceitoso; las he comido mejores en muchos sitios. Y las sardinas excesivamente saladas y con una carne poco firme, tampoco me gustaron. No quisimos ni arriesgarnos a pedir postre. Encima de todo esto lo mejor es la patada que te pegan: 37€ por unas rabas, croquetas, sardinas y agua. Y que no me vengan con el cuento de donde esta el sitio ni las vistas. Que ni es ibiza ni tienes la playa al lado, todo lo contrario, casi te pasan los coches por encima.