Asador Restaurante Los Arrieros

Es imposible poner más de una estrella, porque sales con un mal sabor de boca. En almuerzos, muy poca variedad y, en cuanto al trato del personal se refiere, nefasto, dos camareras a cual más agrias en carácter. No pensé que los comentarios vertidos por algunos usuarios fueran a ser tan exactos en la descripción de ambas responsables del local.

Te sirven con desgana, como si les debieras algo. Es una pena, con un restaurante tan aparente como el que tienen. Si a primera hora se caracterizan por tamaña "amabilidad", no quiero pensar en el horario de cenas. Ni lo recomiendo, pese a estar en el centro del pueblo, ni volveré.

La comida está bastante bien y a buen precio, servicio rápido y muy amable el inconveniente es que la terraza está instalada en cuesta, las mesas están nivelada pero no pueden hacer lo mismo con las sillas.

La teraza está bien y fresquita pero el personal borde y muy inexperto. Un menu escrito a mano en un cuaderno, ilegible y con faltas de ortografía. Parecía escrito por un niño de la guardería. La carta de las raciones sin precios. Para el colmo, estuvimos una hora esperando los platos y ni un platito de aceitunas, ni nada, así que nos fuimos. Una pena...

Mal, las raciones muy cutres, croquetas de bolsa congeladas sabor a bechamel, calamares crudos insipidos y crudos y la ensaladilla rusa de la congelada, asi yo tambien monto un bar, un poco de profesionalidad y atencion a clientes viajeros. El camarero tampoco sabia mucho de la carta, un despiste total. La carta tambien en plan cutre manchada de aceite. En fin no tenemos suerte cenando por Guadalajara

No se puede ser más desagradable. Preguntando por cosas de la carta y ni responder. Mala educación. Nos hemos ido sin tomar nada.

Llegamos el viernes santo a las 2,45h. La terraza con varias mesas libres y poco público. Entro y le digo a la camarera, hola ¿nos podáis dar de comer? . Su lacónica respuesta fue NO, en la barra había tortilla y algún que otro plato de ración, si la cocina estaba cerrada podría haberme contestado.- lo que ve por aquí, pero no. Era una chica sudamericana, que normalmente son simpáticas y alegres, en este caso ya había asimilado la hosquedad castellana a la perfección.

La atencion al publico de la camarera deja mucho que desear, esta pendiente de las mesas en las que se esta comiendo (Se conoce que hay es donde hay negocio) y pasa de la barra, y de la terraza,ya ni te cuento. Si quieres tomar algo en la terraza, tienes que entrar dentro y pedir en la barra,lo conseguirassi con un poco de suerte la camarera no te ignora. Una vez lo consigas seras tu mismo el que tenga que atender tu propia mesa. En definitiva,es una autentica desidia de sitio.

La terraza está genial, muy bien situada , la comida está buena, pero el servicio deja muchísimo que desear. Después de haber pedido 45 minutos antes , sigue faltando un plato y una bebida por lo que opto por pagar lo servido y ya.
La próxima experiencia será en otra terraza.