Dulces LyR

Hemos probado el bizcocho de zanahoria, la torta de almendra y las sultanas de coco. Muy buenos productos, naturales y deliciosos. El café de dolce gusto (a mí me gusta) e hicieron también té. Y solo dos euros café y dulce. El trato correcto y la ubicación excepcional.

Chupitos de cereza y de membrillo caseros. Las mejores pastas y dulces caseros de Setenil. Magdalenas espectaculares 🤤🧁 La señora muy amable 👏🏻

Dulces muy ricos y económicos con café, nos gustó cómo merienda así que nos llevamos para casa algunas variedades más.....sitio para parar y degustar. Lo único que es pequeño pero con encanto. La dueña informa de los dulces que hace y su elaboración artesanal.

Visitando la preciosa calle de la sombra, encontré un lugar con mucha luz y calorcito humano, familiar del bueno. Me tomé un café con Loli y su hija Cristina. Pero como me lo hubiera estado tomando con dos amigas de toda la vida.

Sus roscos.... espectaculares, de cerrar los ojos y disfrutarlos, no queda otra. La deje que me preparara la cajita con lo que ella quisiera. Estaba claro que no iba a defraudar.
En cada bocado que das sientes cuanto amor y disfrute hay en cada pastel. El resto tendréis que probarlo allí.

Excelentes todos los dulces que he probado: tarta de almendras exquisita, dulces redondos con forma de cilindro rellenos de crema pastelera que están de muerte (por fuera pueden ser de coco, almendras o chocolate), ... Los precios no son elevados y también puedes tomarte algo fresquito y comértelos en el local, lástima que sólo tiene un par de mesas en la calle con dos taburetes cada una y, claro, están ocupadas casi siempre.

Si Setenil es una de los pueblos con mas encanto de españa, esta pastelería ayuda ha otorgarle ese mérito, pasteles buenos dónde los halla, baratos, esponjosos, cremosos y crujientes. Esa sensacion de niño de estar comiendo un dulce recién hecho y no prefabricados como en el 90% de las pastelerías de hoy en día. No pude añadir foto porque no quedo ningun pastel que fotografíar, no dio tiempo.

Inmejorable descubrimiento de unos dulces caseros en Setenil, cómo mínimo impresionantes en sabor y textura, hacía tiempo que no probaba nada igual, sin exceso de azucar, con una gran variedad y un precio casi ridículo, todo atendido por una señora muy simpática y amable. Lástima que el sitio sea pequeñito y no tenga mesas para degustarlo. Pero sí o sí, repetiremos esos dulces de miedooo en un pueblo entrañable. Muy pero que muy recomendable.

Me han cobrado 2 euros por un producto que aparecía anunciado en la carta de precios por 1,50 euros. Y encima cuando voy a quejarme me dicen que el cartel está mal hace tiempo. Me parece vergonzoso, ya no por los 50 céntimos de diferencia si no por la poca seriedad y la desconfianza que genera a un turista estas cosas. Me quedo con una mala sensación al ver como me han engañado por 50 míseros céntimos.